Uno de los rostros que más está dando que hablar en Telecinco en los últimos meses es el de la presentadora de Sálvame, Carlota Corredera, de quien la gente ya conoce que está casada, que tiene un precioso hijo, que ha conseguido adelgazar muchísimo en tiempo récord y, obviamente, todos los "dimes y diretes" que se producen en el programa con Kiko Hernández y compañía.

Muchos menos son los que saben que ésta sufre una enfermedad crónica, es decir, de por vida y sin posibilidad de que ésta se pueda curar, al menos por ahora, como lo es el síndrome de Hashimoto, también conocida como tiroiditis de Hashimoto, y que le fue descubierta cuando ésta tan solo tenía veintiséis primaveras.

Una enfermedad autoinmune que tiene a la tiroides como protagonista y que, habitualmente, dado que no tiene una afectación en el día a día de la mayoría de sus enfermos, no requiere de ningún cuidado o tratamiento especializado, salvo en tres de cada diez casos, en los que, al detectarse hipotiroidismo, sí se necesita tratar médicamente.

Este es el caso de la conductora televisiva, quien debe ingerir diariamente una dosis de hormonas en ayunas y cuya cantidad puede ir oscilando con el paso del tiempo, en función de las carencias que se van detectando en los análisis regulares que, como tantas otras enfermedades, también se les realiza a los detectados con el síndrome de Hashimoto.

Una tema del que esta habla abiertamente en su libro, 'Tú también puedes', indicando cómo se detecta este mal que afecta a más gente de la que es diagnosticada, por lo comunes de sus síntomas.

Entre otros se encuentran las digestiones lentas, el sentimiento de un frío excesivo, así como unos índices de cansancio por encima de los normales y el aumento progresivo y lento de peso.

Así es la vida de un paciente de tiroiditis de Hashimoto

Un mal que afecta a más mujeres que a hombres, pero que también puede presentarse en los varones, y que puede llegar a agravarse en el caso de no ser detectado a tiempo, precisamente por esa falta de síntomas de alerta llamativos, como también sucede con otras enfermedades.

En el caso de Carlota Corredera, ésta no sólo lo tiene completamente controlado, sino que hace una vida completamente normal y sin riesgos de ningún tipo, tal y como describe en su último e interesantísimo libro en el que se abre en canal para contarnos pasajes de su vida como éste y muchos otros. Ante cualquier síntoma de alerta o duda, claro está, hay que visitar a los especialistas médicos.