María Teresa Campos ya está en casa. La presentadora de Telecinco recibió el alta recientemente por parte de los médicos que la llevan tratando desde el mismo momento en que fue ingresada de urgencia tras presentar un cuadro de isquemia cerebral, con la condición de que debía seguir recuperándose muy poco a poco en casa, y realizándose chequeos que le llevarán regularmente de vuelta a las instalaciones médicas.
Una de las grandes preguntas que se han venido haciendo sus fans, sabedores de que no es habitual salir de un ictus como el padecido por la malagueña sin que te quede alguna señal, es si la matriarca del clan de Las Campos sufre alguna secuela o si está como antes de ser ingresada, como se había venido deslizando por varios mentideros de la red de redes.
Pues bien, después de consultar el parte del alta médica por parte de los hijos de la presentadora, era Terelu Campos la encargada de comunicar públicamente que, a pesar de haber recibido el alta y de no haber mostrado en los primeros días tras el ataque ningún problema de movilidad, ni respiratorio, ni en el habla, sí que había sufrido problemas en la visión.
Una afectación que los médicos indicaban tenía el nombre de parestesia ocular y que le dificulta la visión en ambos ojos, teniendo que taparse uno para ver con meridiana claridad con el otro, y viceversa cuando repite la operación con su otro globo ocular, como consecuencia de esta secuela.
Y es que, tal y como Terelu comunicó a los medios de comunicación, si esta dispone de la visión total, es decir, si trata de mirar con los dos ojos a la vez, su visión se vuelve imposible con doble y triple visión, además de falta de claridad, por lo que, en estos momentos, y a expensas de conocer si mejora este asunto, no puede caminar sola.
Parestesia ocular: Doble y triple visión... y ojos bizcos
Entrando en harina, la parestesia ocular se produce cuando se merma la capacidad motora de los músculos encargados de la visión, provocando esa visión doble o triple, de baja claridad y que, a menudo, se deriva también en estrabismo, más conocido socialmente como ojo bizco.
De momento, y como se suele indicar en estos casos, a María Teresa se le ha tapado uno de los dos ojos para que pueda ir viendo con relativa claridad y mejore la visión tanto en ese como en el otro, dado que la afectación, en su caso sería doble, sin haber podido determinar si su ligero estrabismo menguará o se mantendrá hasta que se calmen los problemas de visión que aqueja.