Jordi Évole, también conocido como "El Follonero", ha mostrado su lado más personal y sincero en una entrevista donde el presidente del Gobierno se lleva la peor parte. Aunque "Salvados" es la envidia de cualquier periodista a la hora de informar desde plena calle o formular las preguntas que cualquiera querríamos, ha contado en su programa con rostros de la política como Esperanza Aguirre, Mariano Rajoy, Florentino, Otegui... No obstante, el periodista afirma que le gustaría entrevistar al papa o a la reina.

Con unos orígenes políticos (su abuelo fue alcalde socialista durante la República) y con exilio de su abuelo incluído, lo cierto es que Évole afirma que siempre quiso ser periodista, algo que queda patente teniendo en cuenta las exitosas entrevistas que realiza cada semana.

De hecho, la agencia "The Reuters y The New York Times" les ha atraído el formato de su programa, puede ser por la mezcla entre el periodismo, el humor y la realidad de cada programa.

De hecho, el presentador afirma que la crisis en España fue uno de los motivos por los que su programa arrasó tras los movimientos dle 15-M, pues anteriormente, la sociedad estaba algo desconectada, un acomodamiento tanto del periodista como del ciudadano, afirma que hubo. Pero el plato fuerte de la entrevista llega cuando habla de Mariano Rajoy, del que afirma lo siguiente: "La izquierda ha cometido una gran equivocación con Rajoy tratándolo de tonto". Évole tiene claro que el presidente del Gobierno tiene una capacidad asombrosa para salir de los problemas como si no pasara nada y a nivel interno, ha eliminado a todos sus adversarios.

En definitiva, la perspectiva política de Évole ha sido objetiva, eso sí, sin olvidarse de la actualidad, de la que dice lo siguiente: "Sigue habiendo buenas intenciones, pero la institucionalización de la política es una apisonadora que te aplasta y es muy difícil huir de eso". Y en cuanto a Cataluña, dado que es su tierra natal, tiene unas relevantes palabras: "Yo no me siento excluido aunque en Cataluña mis opiniones no gustan generalmente, pues consideran que van en contra del procés".

El periodista afirma que se siente presionado (como todos) a las audiencias y los rankings, donde afirma que mayoritariamente los periódicos son los primeros que miden dicha balanza, algo totalmente cierto, pues una de las formas de mantener informado al ciudadano es ofreciendo datos verídicos.