La edición semanal del programa de Actualidad política, La Sexta Noche, se presentaba interesante por la visita de la candidata a las primarias del PSOE, Susana Díaz. Sin embargo, uno de los momentos más tensos del debate nada tuvo que ver con su presencia.
El programa abordó la aprobación de la proposición no de Ley, sobre la exhumación de los restos mortales del dictador Francisco Franco. El director de La Razón, argumentaba que muchas sociedades necesitaban matar a su padre, metafóricamente, a lo que el periodista catalán replicó: "Franco mató a muchos padres de ciudadanos españoles.
¿Estamos de acuerdo en esto?". Francisco Marhuenda contrargumentaba entonces, intentado equiparar los actos genocidas del dictador, con las muertes de religiosos durante la Segunda República: "Vamos a ver, yo siempre he dicho que Franco fue un dictador, un hombre de su época, como también los comunistas que estaban en la checas torturando a ciudadanos españoles. ¡Contad la verdad! La verdad de la Historia de España es la que es, no la que a ti te gustaría que fuera. En el gobierno de la República, 20.000 españoles fueron torturados y asesinados sólo por ser católicos".
Xavier Sardá trató de precisar la autoría de aquellos actos: "¿El Gobierno de la República o los milicianos? ¿El Gobierno de la República mató curas?
Pero Marhuenda no atendió al apunte e insistía: "Por supuesto que sí, el Gobierno de la República, ¡no hagáis trampas!". Declarando que cuando es la izquierda la que comete los crímenes siempre hay algún pero. Fue entonces cuando el periodista catalán pronunció la frase que acabó de encender los ánimos del director de La Razón: "Yo no sé si tus padres eran franquistas, pero tú, digamos..." le espetó, provocando la reacción airada en la réplica: "¡Por supuesto, que no lo eran, ni yo tampoco!
¡Oye Xavier, no te pases! ¡No te pases eh!", alzaba la voz, mientras el moderador Iñaki López intervenía tratando de apaciguar los ánimos.
Y es que la aprobación de la mencionada proposición no de ley, sobre los restos de Francisco Franco y la memoria histórica, vuelve a prender la mecha de la división entre los sectores conservadores, con su visión revisionista, por la cual el mausoleo es el mejor homenaje a la reconciliación; y los sectores de izquierda y republicanos que ven en él un monumento que trata de ensalzar la vida y obra de un dictador. Con el agravante de haber sido erigido usando a presos políticos republicanos como mano de obra esclava.
