Mercedes Milá reapareció este lunes en televisión después de su polémica con Mila Ximénez, concretamente en el programa En companyia, de la cadena pública balear IB3. En Mahón, la presentadora se abrió en canal para explicar, entre otras cosas, su principal carga familiar, su vocación profesional secreta, una conversación que todavía tiene pendiente con Telecinco y sus problemas legales.
Mercedes siempre quiso ser periodista aunque estudió esa carrera de rebote, ya que quería ser política. Al no haber universidad dónde estudiar esa carrera en Barcelona, decidió empezar Filosofía y Letras y Periodismo.
Al poco tiempo, dejó de lado Filosofía porque le aburría cantidad y se enamoró de la carrera que se ha convertido en su profesión. Por eso dijo que ella actualmente podría ser parlamentaria si no se hubiera desviado de la profesión que pensaba que elegiría en un inicio. Sin embargo admite que nunca le han ofrecido formar parte de una lista electoral y que tampoco lo aceptaría a día de hoy porque quiere morir siendo periodista.
Sobre su familia, confesó haber llevado siempre con pena que fuera favorable al franquismo y al bando que ganó la Guerra Civil. Su padre estaba muy metido en política pero afirma que poco a poco fue siendo más progresista y entendiendo cosas. Sobre ser condesa, título al que renunció, dijo que no es importante serlo para ella y que ha hecho lo que a su padre le gustaría, que su hermano José María sea el conde de Montseny y no ella porque le da igual.
La catalana también habló de Gran Hermano, "la gran historia de mi vida" y dónde afirmó habérselo pasado "de coña". Tras 16 años, ha aprendido cantidad pese a haber tenido que discutir con toda España porque nadie entendía que hiciera ese programa, dónde se ha divertido muchísimo. "Yo sabía que aquél era mi programa" -explicó- ya que le ha permitido hacer entrevistas en carne viva y ha sido muy feliz.
También recordó los "ríos de cariño" que recibió al dejar GH y admitió que "nunca me pude imaginar que significaba algo tan grande para la gente". Sobre su posible regreso, sentenció que ha cerrado definitivamente la puerta y que ha tenido mucha suerte con Convénzeme, que ha sido divertido para la gente, que está agradecida.
Mercedes fue sincera al hablar de Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset, a quién afirmó querer mucho y con quién tenía una relación de 10 hasta ahora, ya que tras el final de GH no se han entendido porque la comunicación no ha sido buena. Según ella, el italiano creyó que la presentadora había dicho cosas que no dijo de esa manera ni con la intención que él las entendió y que han hecho que se sienta herido. Confesó que ambos tienen una conversación pendiente y que tienen que hablar.
La catalana también mandó un recadito para programas como Chester, de Risto Mejide, ya que dijo que "los que tienen 2 horas para grabar una entrevista me hacen mucha gracia, si no sacan algo bueno es que es muy mala".
Además, explicó que tiene problemas legales y no puede hacerse fotografías con la gente. El motivo es que la policía encontró perfiles suyos que no eran reales en las redes sociales e incluso había pornografía en la que utilizaban fotos suyas.
También explicó que ha tenido siempre problemas con paparazzis, especialmente en tres ocasiones que la han fotografiado desnuda. Dos de ellas no se publicaron, y confesó que si hubieran salido a la luz sus padres se hubieran desmayado. Mercedes las compró para que no salieran publicadas.
Por último, confesó que le gustaría hacer en televisión en el futuro. Tras haber podido realizar su sueño de tener un programa de libros quiere hacer un documental que realmente llegue, algo que afirma que es muy difícil. Otro de sus deseos es hacer un espacio de niños.