Tiene mucho que ver, queridos lectores, que Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero, Irene Montero y el resto de chavistas del partido morado Podemos consideren a la Sexta su cadena amiga, ya que durante cuatro años ha sido la que más los ha cuidado y que les ha prestado siempre una mano para defenderles y ser el altavoz de todos ellos.
Y algo que se da por sentado es que este pasado sábado la presencia de Francisco Marhuenda, director de La Razón, en el programa La Sexta noche iba a ser carne de cañón para muchos que no simpatizan demasiado con él.
Lo cierto es que se esperaba una entrevista muy dura e impactante en la que se llamara de todo a Marhuenda al menos de un modo indirecto, pero ha sido grande el mazazo y la desilusión, ya que el periodista ha salido indemne de este asunto, o muy poco perjudicado a decir verdad.
En un primer momento nos dijo que fue tranquilamente y que no tenía nada que esconder, contó que nunca hubo coacciones ni amenazas, que él llegó con sus carpetas y que le gustaría que alguien encontrase en La Razón una falsa noticia o alguna campaña contra Cifuentes, de la misma manera que dijo que no iba a cambiar de parecer acerca de lo que opinaba de Ignacio González y que creía en su inocencia.
La reacción de los podemitas no se ha hecho esperar y se han lanzado como hienas contra él en la red social Twitter, donde han calificado el trato de Marhuenda con la Sexta de masaje o para beatificarlo.
Muy enfadados dicen que en el momento en el que la periodista Preciado dijo a Marhuenda que no estaba muy bonito llamar a la jefa de Gabinete de Cristina Cifuentes "zorra", Marhuenda dijo que lo hizo con cariño y que no sabe nada más sobre ese asunto.
De la misma forma también se cargó contra las explicaciones del director, más concretamente cuando reveló que hizo una colaboración en su periódico al expresidente Ignacio González porque al parecer decía que necesitaba dinero.
Acusado de traidor y de cínico por gran parte de España, los tuiteros defensores de Podemos criticaron su sentido de la amistad y le exigieron que abandonase la dirección del periódico, algo a lo que éste se defendió de forma muy natural y tajante diciendo que ni de coña iba a dejar de seguir siendo el director de La Razón, ya que es imposible que le imputen o le procesen en nada.
Me gustaría conocer vuestra opinión sobre este asunto y sobre los comentarios de los podemitas en la red. Buen día para todos.