Desde el estreno en España de Supervivientes han pasado ya 17 años y 16 ediciones, por lo que se trata del segundo reality más longevo después de Gran Hermano. Sin embargo a día de hoy poco queda ya de su versión original, que se estrenó en el 2000. Aquella primera edición, que duró solo un mes y medio, fue grabada primero y emitida luego meses más tarde. Además, los concursantes eran anónimos por completo y eran ellos los que expulsaban, por lo que la participación del público era muy reducida. No fue hasta que el reality se mudó a Antena 3 en 2003 bajo el nombre de La Isla/Selva de los Famosos y Aventura en África cuando eso cambió.
En 2006 el programa volvió a su cadena natal, Telecinco, y recuperó su nombre original, Supervivientes, dejando de ser producido por Globomedia, que lo había hecho desde sus inicios, y pasando a manos de Magnolia, pero conservando a los famosos como protagonistas. Desde entonces el reality no se ha movido de Centroamérica.
Lo que empezó como una aventura de supervivencia pura y dura ha ido derivando con el tiempo en una mezcla con la convivencia y sus conflictos, especialmente en los últimos años desde que la productora cambió en 2016 y quedó en manos de Bulldog.
Pese a todo, Supervivientes ha conseguido mantenerse en lo más alto y su éxito no se ha visto tan mermado como el de GH. Pero esto puede no durar para siempre.
Algunos exconcursantes, como Pipi Estrada, que participó en la edición de 2006, han criticado el cambio que está sufriendo el programa en los últimos años, afirmando que ha sido destrozado por su nueva productora. Bigote Arrocet, que participó en el programa cuando éste estuvo en Antena 3, levantó las ampollas de Telecinco, Jorge Javier Vázquez y parte de la audiencia al afirmar que pensaba que sería más duro, suponemos que teniendo en cuenta las condiciones que vivió en La selva de los Famosos.
Y a esas críticas se unió este jueves también Míriam Sanchez, ganadora de Supervivientes 2008.
La excolaboradora de Telecinco denunció en Twitter que el programa "ya no es supervivencia, ni deporte, ni nada de lo que fue". Por eso pidió que le cambien el nombre por Honduras Shore, Honduras Resort o Sálvame Exótico. Añadió que ella ganó "un concurso muy duro y deportivo" y que se lo están cargando con "peleas de barrio marginal".
Lo cierto es que es obvio que hoy en día Telecinco busca tramas más que supervivencia. De hecho, es necesario para que sus contenidos alimenten luego a El Programa de Ana Rosa y Sálvame. Para la cadena son más importantes informaciones de Bigote o Gloria Camila Ortega que afecten a celebridades como María Teresa Campos o Rocío Carrasco.
La prueba de que cada vez prima más lo culebrónico por encima de la supervivencia pura es que José Luis Losa, uno de los concursantes que mejor está sobreviviendo en esta edición, es uno de los nominados de esta semana y tiene muchas posibilidades de ser expulsado.
Otra cosa es que a la audiencia ya le vaya bien ese juego. Las discusiones entre Alba Carrillo y su madre con Gloria Camila y su novio de esta primera semana han sido oro televisivo.
Además, si tenemos en cuenta que el concurso pretende emular lo que podría ser un naufragio, entendemos que tampoco hay tanta diferencia con lo que estamos viendo: personas en una playa tratando de conseguir comida. Sí que se echa de menos, sin embargo, un mayor componente extremo como poder adentrarse más en el interior de la isla o cazar algunos animales y no solo depender de la pesca, además de un espacio más grande. La dureza real del concurso es soportar la convivencia, el hecho de no tener nada que hacer salvo resistir y los juegos de recompensa, inmunidad o localización.
La Isla, el rival peligroso
En este momento de críticas sobre lo extremo del reality aparece un rival muy esperado por gran parte de la audiencia: La Isla.
Esta aventura extrema que emitirá La Sexta pronto y presentará Pedro García Aguado promete ser lo que Supervivientes no es, ya que no contará ni siquiera con cámaras. Se producirá en una isla totalmente desierta y se grabarán los propios concursantes, que no tendrán ninguna interacción con el mundo real. Tampoco contarán con equipaje, comida o agua, por lo que se tendrán que buscar la vida.
Participarán 14 personas y no habrá ganador. Además, no se censurará nada, por muy duras que sean las imágenes o aunque haya desnudos y podrán cazar todo tipo de animales si no están en peligro de extinción.
El grupo Atresmedia tiene, de esta manera, la oportunidad de dar una estocada definitiva a Supervivientes con este nuevo programa, que puede hacer que el espectador acabe viendo el de Telecinco como un Gran Hermano con un fondo tropical y poco más. La audiencia entonces decidirá si está conforme con cómo es actualmente el reality de Mediaset o si decide obligar a que aumente su nivel de intensidad.