Acacias 38, la serie de la sobremesa de rtve, nos mantiene cada tarde pegados al televisor, dispuestos a seguir las peripecias de un grupo de vecinos del Madrid de finales del Siglo XIX, principios del Siglo XX.

Millones de seguidores ávidos de conocer de primera mano las aventuras y desventuras de este grupo de personajes, interpretados por actores en muchos de los casos totalmente desconocidos por el público antes de emprender este viaje, la siguen cada día ya sea en su horario habitual o a través de la web.

Pero estas aventuras no terminan con cada capítulo, de ahí y sin perder ni un minuto esos mismos seguidores tienen en las redes sociales una verdadera batalla, una guerra sin cuartel, defensores y detractores de cada personaje, de cada movimiento de guión o decorado, de cada palabra.

Al personaje que unos adoran otros lo aborrecen, lo critican, lo hacen objeto de sus dardos envenenados, de sus mofas, como decía... una guerra que no se permite ni un respiro.

Nada escapa al ojo de los amantes de la serie y todo es analizado, desde el trabajo de los actores hasta las presuntas meteduras de pata de guión que parece que a veces se olvide en la época en la que están.

Todos los personajes tienen seguidores y detractores pero algunos se llevan la palma, Teresa, a la que algunos llaman "La llorona", y Mauro, el torpe policía que ha vuelto de la muerte para seguir enamorándola, llenan comentarios y comentarios, a unos les encantan y otros no les soportan; Cayetana, la malvada, unos piensan que es insustituible y otros que ya es hora de que pague sus delitos; Fernado, el marido apaleado, del que unos piensan que es muy bueno y otros que con él hay gato encerrado, y Servando, el portero, del que unos piden su cabeza y otros ríen sus gracias.

En cuanto a quien les gustaría que les enamorase tampoco hay acuerdo, unas prefieren al encantador Liberto y otras se quedarían con el bonachón de don Ramón o se besaría con el malote de Felipe o con Mauro, el desgarbado policía,o con Simón, el apuesto mayordomo, o con Víctor, que además de ser buena gente tiene una chocolatería...

¿y a quién le amarga un dulce?

Creo que a estas alturas nadie duda de que la redes sociales son una verdadera plataforma para el éxito o el hundimiento de cualquier cosa que pulule por el mundo y creo que el odio que se profesan los seguidores de un lado y del otro, tienen mucho que ver con que esta calle, Acacias, y este número, 38, sean conocidos en medio mundo.

Si bien su afición por un personaje u otro les separa, hay algo que les une y es el Amor por una serie que parece que seguirá levantando pasiones para rato.