Vaya si ha traído cola el asunto de los piojos en Sálvame. Después de que se detectara un problema de piojos en el plató, y que fuera confirmado por el equipo de peluquería y maquillaje del programa que presenta Jorge Javier Vázquez, la mesa del programa de corazón decano de la televisión española se ponía el mono de espía y decidía investigar quién era quien estaba portando las liendres a Telecinco.

Después de varios días haciendo chanza con el tema, y con Lydia Lozano disfrazada en el centro del plató a puro grito haciendo de piojo, la humillación para quien fuera descubierto portando estos bichitos que habitan en el cabello, iba a ser desmesurada.

Lo que se barruntaba se confirmaba y el escarnio que padecía la acusada no tenía parangón.

La acusada era Mónica Hoyos. Según todas las investigaciones realizadas por los periodistas que componen la mesa del programa de prensa rosa de Mediaset España no había lugar a duda, era la ex de Óscar Lozano quien, seguramente contagiada por alguno de sus hijos, portaba los insectos al trabajo.

Una acusación que rápidamente era desmentida por una abrumada Mónica cuyo rostro indicaba aquello de 'tierra trágame' y cuya reacción aún aumentaba las ganas de mofa del resto de presentes, dejando completamente abrumada a 'la Hoyos' que no podía sino salirse del plató después de haber jurado y perjurado que no era ella a quien estaban buscando.

Un gesto, este, el de apuntarla públicamente con el dedo que dolía y mucho a Mónica Hoyos hasta el punto de haberse derrumbado, tal y como comentaba su compañera de mesa, Laura Fa, quien ha asegurado que la presentadora no tendría ninguna intención de volver a Sálvame, una vez sufrida una humillación que considera completamente gratuita e infundada, y toda vez ha descubierto cómo son a nivel personal los colaboradores del programa.

Cabe recordar que esta no es la primera vez que Mónica se convertía en el centro de las burlas de sus compañeros, siendo la comidilla por el exceso de grasa de su cabeza uno de los caballos de batalla iniciados por una Lydia Lozano a la que parece que la Hoyos no le cae demasiado bien.