Si hay un personaje que ha venido causando polémica desde antes de entrar a Gran Hermano 17, donde muchos ya consideraron que por su trabajo y sus amistades era más de #GHVIP; durante su estancia en la casa de Guadalix de la Sierra, donde vendió que se había aceptado y que nunca más volvería a avergonzarse por su físico; y tras su salida de GH17, tal y como acabamos de ver con su última publicación en las redes sociales, ese es Miguel Vilas.

El gallego, que vendió a los cuatro vientos -ahora ya sabemos que con la única intención de ganarse a la audiencia primero y el maletín con 300.000 euros después- que nadie debía avergonzarse por su aspecto y que nunca más iba a portar el peluquín, sorprendía en su última publicación en las plataformas sociales subiendo una foto previa a la entrada en el quirófano, donde se sometió a una nueva operación de cirugía estética.

Con los ojos tapados, con las marcas donde posteriormente pasaría el bisturí marcadas a rotulados y con las manos de los enfermeros que le acomodaban la cabeza antes de empezar a trabajar en su rostro, el ex participante de #GH17 decidía volver a recurrir a la medicina estética para borrar el paso del tiempo por su cara.

Lo hacía en una operación en la que ha decidido limar sus facciones, marcar los pómulos y estirar algunas de sus arrugas, tal y como se ha comentados en distintos mentideros en las redes sociales, dejando su nuevo rostro más liso que el culito de un bebé y con la piel más tersa que un preadolescente.

Una intervención que, como él mismo ha reconocido en varias ocasiones, no es la primera a la que se somete, aludiendo por un lado a temas laborales y por otro a la necesidad de sentirse a gusto con su físico en la medida de los posible, siendo una persona que, como muchos han asegurado, le da una importancia máxima a cómo se ve y cómo le ven.

Aunque por ahora ha evitado mostrar su nueva cara en las RRSS, dado que todavía la tendría hinchada y con algún apósito, ya saben pues que Miguel tiene ahora los pómulos más marcados y la cara libre de arrugas, así es el nuevo Vilas.