Quien no arriesga no gana. Esta tan manida como real frase que se puede llevar a todo o casi todo en la vida es una constante que nunca ha dejado de acompañar a uno de los concursantes más polémicos de la última edición de Gran Hermano, el modelo gallego Miguel Vilas, quien después de someterse a unos retoques estéticos, reaparecía completamente renovado en sus cuentas oficiales en las redes sociales en los últimos días.

Lo hacía de la guisa que pueden ver en la imagen que adjuntamos en esta entrada y que se puede ampliar si hacer 'click' sobre la misma para comprobar con todo tipo de detalles cómo es el 'nuevo Miguel Vilas' y cómo ha cambiado desde su expresión facial, hasta su tremenda y llamativa cabellera, pasando por su look.

Después de varios días de espera, dejando a muchos de sus seguidores en ascuas tras publicar la fotografía previa a su paso por el quirófano para retocar su expresión facial, quitar todos los tipos de rastros que el tiempo deja en el rostro y limar algunos de los puntos que menos le gustaban, en la imagen que este ha seleccionado para volver podemos ver cómo este ha perdido algo de expresión en favor de dos grandes puntos.

El primero, desdibujar cualquier tipo de arruga, marca o señal de su cara hasta dejarla tersa y lisa como la de un niño. Por otro, remarcar los pómulos y ver unas mejillas limadas que, por si no tuviera ya imagen facial de persona muy delgada, aún lo han 'afinado' aún más.

No obstante, lo que más llama la atención de todo el cambio radical al que este se ha sometido es el nuevo 'pelazo' con el que este ha decido comunicar al mundo que está "feliz de conseguir tener la mejor versión de mí mismo".

Una melena larga y frondosa de color castaño en la raíz y algo más clara en las puntas que parece haber encantado a Miguel.

"Ganador de mi p*ta vida", como él mismo indica como pie de foto, Miguel está más que contento con su nueva imagen. Su intención no es otra que la de retomar su profesión... y claro está, seguir en el candelero mediático.