Después de tres edredoning a cuál más activo que el anterior, después de abrir la veda a los encuentros carnales en la relación más relámpago de los grandes hermanos en España, llegaba el momento que todo el mundo daba por cantado y que tanto Alyson con Antonio no dudaron en pedir: La famosa hora sin cámaras de Gran Hermano VIP 5.Un privilegio del que ya disfrutaron hace unas fechas Marco Ferri y Aylén Milla y que ahora le tocaba, de nuevo, a otros dos 'no españoles' -habrá quedarle una vuelta a este asunto- con ánimo de dar rienda suelta a sus instintos más animales...

sin necesidad de tener que taparse con un edredón para no ser vistos por toda España... o ahora con internet, por todo el mundo, incluido Estados Unidos y Brasil, claro está.

Pues bien, llegaba el 'Día D' y la 'Hora H' el programa lo tenía todo preparado y les ponía una suculenta pizza y una botella de vino para que el hambre no privara el deseo, sino más bien todo lo contrario, elevando el apetito tras las hormonas de placer liberadas saciada el hambre al que siempre hacen referencia los habitantes de Guadalix de la Sierra.

Sin embargo, y tal y como se puede ver en el vídeo adjuntado en esta misma entrada, se ve como ha ambos les empieza a incomodar la nada discreta posición de los micros, salidos hacia la cama que les habían dispuesto, y que les recordaba que la hora sería sin las cámaras apuntando hacia ellos, pero sí con los audios de todo lo que se pudiesen decir...

y gemir.Poco a poco la libido de ambos iba bajando hasta el punto de que, tras el "3, 2, 1, cámaras apagadas" del súper, los dos se quedaron fríos, tratando de observar si había alguien al otro lado de los cristales tintados y recordando esos micrófonos que en lugar de provocar la excitación la privaban.A ambos, según relataban a su vuelta, les había llegado a la vez el gatillazo. De momento 'todo se vino para abajo' y no fueron capaces ni de quitarse la ropa. Viendo que serían incapaces de cumplir las expectativas del otro, decidían volver a la casa. Aquí el vídeo: