Muchos se han venido preguntando qué habría podido pasar para que el presentador de Gran Hermano VIP 5 estuviese ausente en las últimas fechas, sin que nadie soltara prenda sobre sus repentinas ausencias en el primer plano del foco mediático.

Era él, a última hora de ayer, cuando poco antes de la emisión del reality decano de la televisión española que este conduce cuando decidía, a través de una carta, comunicar la verdad y toda la verdad sobre su delicado estado de salud y la intervención quirúrgica a la que había tenido que someterse de urgencia.

Y es que Jordi González era operado lo antes posible tras sufrir un delicadísimo capítulo de desprendimiento de retina que, tal y como él mismo confesó a sus seguidores y a los del programa, ha estado apunto de dejarle completamente ciego para siempre. Con un porcentaje raquítico de visión en su globo ocular derecho, donde este tan solo posee ya el cinco por ciento de la visión, de no ser por el buen hacer del equipo médico que le atención, y al que tanto le debe el catalán, este habría perdido para siempre la visión de ese ojo derecho.

Es por eso que, además de para evitar que las elucubraciones pudieran contar más allá de lo que estaba pasando, agravarlo o simplemente desviarse de la realidad, además de aclarar el repentino y delicadísimo proceso por el que ha tenido que pasar, el conductor de GH VIP 5, aprovechaba en la misiva en el que contaba toda su verdad sobre sus importantes problemas de visión para agradecer el trabajo realizado por el equipo de profesionales que le atendió de urgencia con la profesional en cirugía oculista, Marta Figueroa, a la cabeza.

Después de dos largas horas y cinco días ingresados tras la intervención, esta era un éxito y lograba mantener ese 5% de visión en su ojo derecho que, por otro lado, no le impedía tomar los mandos en la gala de ayer en la que Aída Nízar se convirtió en la novena expulsada al salir por segunda vez del concurso, para sorpresa de muchos de los fans del formato de tele realidad de Telecinco.