Se cumplen 37 años de la muerte de Félix Rodríguez de la Fuente. El 14 de marzo de 1980, se apagaba la vida de la persona más influyente de aquella época en España de forma prematura. Mientras hacía lo que más quería en Alaska, la avioneta donde viajaba se precipitó al suelo, helando el corazón de los españoles a la mañana siguiente, que no podían contener las lágrimas ante el trágico suceso.

Sin embargo, un halo de misterio cubre el accidente que negó la vida a "nuestro amigo Félix". Nada más pisar el suelo de Alaska, dijo a su equipo de grabación algo así como "¿No es un bonito lugar para morir?".

La frase fue acompañada con una foto de todos los compañeros que nunca habían realizado, como si de una despedida se tratara. Parece que Félix Rodríguez de la Fuente tenía un presentimiento, una especie de premonición que acabó por cumplirse.

La duda salta cuando se vislumbra la importancia de la pieza clave de El Hombre y la tierra en la sociedad española. Prácticamente él solo paró la extinción del lobo ibérico y su compromiso con la Naturaleza ponía nervioso a más de uno. Los partidos políticos se rifaban su militancia para conseguir más votos. De hecho, si Félix Rodríguez de la Fuente se hubiera presentado a unas elecciones generales, hubiera ganado con amplia ventaja.

Muchos misterios rodean a aquel fatídico día en el que se arrebató la vida de un auténtico héroe y que salen a relucir cada aniversario de su muerte.

Félix Rodríguez de la Fuente no era un común de los mortales. Algo en él hacía que todos los españoles se sorprendieran y más aún los niños y los jóvenes. Podría ser su don de la comunicación o su mensaje a transmitir dictado directamente desde el corazón. Nadie como él sabía representar el sentir de la Naturaleza, el latir de Gaia.

Concienció a los españoles, hizo soñar a los niños y abrir la mente a los mayores. Hizo que se comprendiera que la Naturaleza no es algo que despreciar, y mucho menos a los seres que viven en ella. Félix no es alguien al que hay que recordar porque sí. Era como un ángel venido de no se sabe bien dónde para cambiar el mundo con mensajes emitidos directamente por el alma; un ser de luz que quería reconducir la relación entre el Hombre y la Tierra.