Desde el principio Elettra Lamborghini mostró la voluntad de ganar el privilegio de la inmunidad pedaleando en 'Brasil como puedas'. Es la que más la ha materializado en hechos. Eso ha provocado que la acusen de romper las normas y de ser una tramposa tanto dentro como fuera de la casa. Pero la italiana es la única que ha entendido que en esta prueba la regla es que no hay reglas porque Gran Hermano les ha dicho: “Si queréis llegar a la final dadlo todo, os dejamos que lo hagáis”.
La italiana se ha tenido que enfrentar a la doble moral de muchos de sus compañeros pero aún así resiste imparable y es la que más quilómetros acumula.
Sus rivales tratan de doblegarla con lecciones hipócritas. Aylén, Marco y Daniela critican a Alyson el martes por la noche por haber sido más rápida que ellos al ocupar la silla y no dejar al italiano pedalear porque "ella ya no tiene posibilidades de ganar", pero el miércoles al mediodía le piden a Elettra que deje su silla para que todos puedan competir.
Critican que ambas se sienten de madrugada pero planean estrategias para ocuparla ellos el máximo tiempo posible e impedir que la italiana le siga sacando ventaja a Marco. Daniela publicaba en su blog y anunciaba en la casa que a partir de ahora iba a jugar a muerte, pero critica con lecciones de moral que Elettra lo haga para ganar un privilegio con esfuerzo.
Ha aguantado el machismo de Marco, que le dijo que si hubiera otro hombre la competencia hubiera sido mucho más feroz pero no ha sido capaz de recorrer ni un día más distancia que su compatriota. Ha aguantado también el juego sucio de Aylén, que entró en la sala aprovechando que Elettra salió a coger comida, se sentó en su sillín para anular los 3,5 km que llevaba y más tarde reinició su contador anulando de nuevo lo acumulado.
La reacción de sus compañeros es la de personas impotentes. La fortaleza asusta, la voluntad de ganar en un concurso también. Ver que alguien da más que ellos para vencer les estremece al creer que todo estaba bajo su control y ahora se escapa. La única norma que hay es que no hay normas. ¿Qué tiene de malo que acampe ante la puerta de la sala para despertarse si alguien quiere pedalear y no le adelante?
¿Qué tiene de malo que duerma en la sala de pruebas? El Súper dejó en sus manos que llegaran a un acuerdo, pero no estaban obligados a hacerlo. Y como espectadores, agradecemos que concursen y luchen.
Elettra se ha esforzado, ha sacrificado su sueño y su apetito mientras los demás elegían dormir cómodamente y hasta tarde desde el principio. En cambio, le exigen que durante el día ceda su sitio, petición de marqueses caprichosos que no están dispuestos a sacrificarse como ella. La Matadora de Italia ha pedaleado sola gran parte de las madrugadas de esta semana y nadie ha acudido a hacerlo a su lado.
Ha aguantado el machaque de Aylén, Marco y Daniela especialmente y su falsa honestidad, incluso las puñaladas de Irma y Emma.
Elettra ha sido la que mejor ha sabido leer las normas y la más clara a la hora de no esconder que está dispuesta a todo para ganar un privilegio. Lo único reprochable es que esta actitud no la haya tenido durante todas las pruebas.
El juego de la doble moral está perdiendo la batalla contra el juego de la férrea voluntad, "del quiero ganar, no lo escondo y no cedo para lograrlo porque a eso he entrado aquí". Están perdiendo y les chirrían los dientes de haberlo visto venir y no haberlo podido impedir. Pero a Gran Hermano se entra para ganar. Lo demás es poesía difusa.