Parece que a Aída Nízar se le ha agotado la paciencia. La vallisoletana tiene en el punto de mira ahora a Aylén Milla y Marco Ferri. Tras pasarse unos días bromeando junto a Daniela Blume sobre el edredoning que mantenía la pareja en la misma habitación que ellas, ha cambiado de opinión y ya no le hace gracia. Durante la fiesta de cumpleaños de Emma Ozores, la misma Aída que defendía que "hay que ser señora en la calle y mala en la cama" hace unos días fue al confesionario a pedirle al Súper que haga algo para evitar que mantengan relaciones sexuales en su presencia, ya que afirma escuchar “hasta sus flujos”.

No conforme con ello, se dedicó a comentarle a algunos de sus compañeros su deseo, sorprendiendo incluso a Daniela, sabedora ésta de que habían bromeado sobre ello días antes. Aída parece haber cambiado su tono distendido con la pareja y su papel de asesora del amor desde que ha sabido que Aylén opta a ser una nueva concursante de Gran Hermano VIP 5 y este sábado su tono cabreado ha aumentado.

Tras la marcha de Sergio Ayala de la casa, Aída ha ocupado seis de los armarios que hay en la habitación que comparte con Daniela, Aylén y Marco. El italiano le ha pedido que ceda alguno a su novia, lo que no ha sentado bien a la repescada, que exige que, a cambio, dejen de hacer edredoning delante suyo.

Marco considera que cuando han mantenido relaciones sexuales lo han hecho con respeto y en silencio, pero Aída no está de acuerdo. Por su parte el hijo de Riccardo Ferri considera que tampoco tiene que aguantar los gritos a altas horas de la madrugada de la vallisoletana.

Lo que era en un principio una conversación cotidiana sobre pequeñeces de la convivencia ha ido aumentando de tono.

Aída ha acabado reprochando a Aylén que “es malo ir acostándose con su pareja de reality en reality” e ir vendiendo sus miserias amorosas. Por eso, le ha gritado a Marco que su drama amoroso con la argentina estaba ya pactado desde fuera para darse a conocer en España y que por eso ésta había ido vendiendo su drama por los platós.

Aylén considera que eso es dar información de fuera y le ha pedido que pare. Más de uno diría aquello de “le dijo la sartén al cazo”, ya que las redes llevan días denunciando que ambas han dado excesiva información de fuera desde su entrada en la casa. La argentina cree que todo es una jugada para que ella y Marco abandonen la habitación, algo que el italiano ya está estudiando.

Por su parte Aída ha demostrado su parte más cínica. La vallisoletana sabe sobradamente que fuera de la casa muchos seguidores y colaboradores han criticado que Marco estaba jugando con Alyson para conseguir que la argentina entrara en la casa, algo que habría conseguido finalmente, pero fingió haber llegado ella misma a la conclusión ayer conversando deductivamente con Daniela al más puro estilo Sherlock y Watson.

Ahora, tras la discusión con Marco y Aylén, dedica su tiempo a hablar en solitario sobre ambos. “Son una pareja de circo, de realities, que viven a costa de su fingido amor. Estos no están enamorados ni nada, lo que tienen es porque les va bien de esta manera. Vendamos el amor a buen precio. Hagamos de novia despechada, de novia que no puede más…”. Y ha acabado pidiendo a los espectadores que si ella (Aída) es importante para ellos, voten para que la argentina no se quede, afirmando que “el paripé que se han montado para hacer caja se desbarata. ¿Dónde está la dignidad?”.