Ya el poco respeto de la Dictadura en Venezuela ha sobrepasado los límites en cuanto las leyes y la Constitución, pero si con tanta facilidad se le anula un pasaporte a un diputado con inmunidad parlamentaria, nada extraño es que se obligue a una compañía que presta servicio de televisión por cable, a bloquear un canal para que no sea vista una serie que ahora se hará más popular debido a la acción tomada por Nicolás Maduro.

Es así como El Comandante, serie colombiana basada en la vida del fallecido Hugo Chávez, está prohibida para los venezolanos quienes tiene todo el derecho de escoger la programación que desean ver y para eso pagan, pero parece que el régimen tiene miedo.

Tal vez miedo a que se diga la verdad de quién fue Hugo Chávez, uno diferente a ese a quien se le convirtió en un semi-dios y que se le usa después de muerto para tratar de sostener al Socialismo del Siglo XXI, un proyecto que caducó y que tiene a muchos venezolanos comiendo de la basura.

Miedo a que se termine de destruir la memoria de ese hombre que arrastró a las masas con su carisma y su verborrea para engañarlos como un encantador de serpientes quien engañó a la mayoría de quienes lo siguieron presentándose como el Mesías que salvaría a Venezuela de todos los males de la Democracia. Ahora, Nicolás Maduro usa su inmoral poder para bloquear un canal de televisión y con esto sólo logra que el resto de los medios de comunicación y redes sociales, enfilen sus armas para que ese bloqueo se convierta en una red masiva de compartir todos y cada uno de los capítulos que se han ido presentando en la televisora colombiana RCN y luego por TNT.

Tal parece que el Dictador no se ha dado cuenta de que el atraso sólo se puede percibir en el país que él "gobierna" pero no en el desarrollo de la comunicación que ahora está al alcance de todos por las diferentes redes sociales y que cada uno de los habitantes de este planeta puede evitar los atropellos a la libertad de expresión como el sucedido el 30 de enero pasado hacia los venezolanos.