Jorge Javier Vázquez ha vuelto con más ganas que nunca de sus vacaciones por el Sudeste Asiático. Su retorno a Sálvame despachando sin cortarse la lengua ante Isabel Pantoja fue el inicio de lo que ahora ha sido responder a una de las cuestiones que parecía tabú en su anterior etapa como es la de adentrarse en un reality show de la casa.
Todo comenzaba con una afrenta directa por parte de Aída Nízar, última concursante de pleno derecho en entrar en Guadalix de la Sierra y que, hablando de su relación con la cadena de Fuencarral y de los distintos programas de la casa, ha nombrado al presentador catalán de Gran Hermano y de la versión diaria de Sálvame indicando que este, a pesar de lo que parece en pantalla, no es tan valiente como para entrar a un concurso como en el que ella y sus compañeros están tomando parte.
Un guante que no tardaba en ser recogido por el de Badalona para asegurarle a esta que, por supuesto, tenía agallas de entrar a convivir con ellos, y que lo haría gustoso, "si Mediaset me deja".
En su intervención, y dado que el programa está lanzado y que él tiene que seguir realizando las labores de presentación de otros espacios, aclaró que su entrada se produciría "por una semana", y no con opciones de acabar ganando los cien mil euros. Y es que pocos duda que si este entrara en la casa acabaría llevándose el maletín de mano de Jordi González.
Si tenemos en cuenta la verbalización de sus ganas de entrar, que las cifras de audiencia del programa de tele realidad más importante de la casa no están siendo para nada llamativas, y que la sucesión de famosos que entran en Guadalix se produce cada semana, así como que queda todavía mucho concurso por delante, podemos decir que la cosa ha quedado blanco y en botella.
Vamos a ver ahora si sus jefes aceptan su propuesta y le dejan entrar durante una semana. Más allá de que necesiten de nuevo un sustituto para Sálvame diario de siete días -Paz, Patiño, Carlota... será por candidatos- el subidón de audiencia que supondría bien vale la pena el experimento.