La última edición de 'Gran Hermano' ha sido una de las andaduras más difíciles del reality a lo largo de su historia. Las bajas audiencias de las galas, los rumores de tongo, el escaso apoyo del público al programa y las numerosas críticas a Jorge Javier Vázquez como nuevo conductor, han convertido a GH17 en una incógnita para futuras versiones del formato. El presentador Jorge Javier Vázquez tampoco lo tuvo fácil en su estreno con el reality. El periodista fue acusado de falta de objetividad, de favorecer a algunos concursantes y tuvo que lidiar además con la sombra de la veterana Mercedes Milá.

Echando la vista atrás, el conductor del 'Deluxe' ha querido hacer un balance positivo y manifestó que, a pesar de que algunos concursantes no se lo habían puesto nada fácil, reconoció que le había merecido la pena y que siempre guardaría especial cariño a esta edición.

Después de estas declaraciones, el catalán ha querido aclarar, desde su blog en la revista 'Lecturas', algunas acusaciones que ha recibido de parte de ex habitantes de la casa de Guadalix como Meritxell y Bárbara. Desde la muerte de su padre, Bárbara ha querido desentenderse de cualquier relación con el programa y han sido escasas sus apariciones mediáticas. Sin embargo, la 'yotuber' fue preguntada por sus seguidores acerca del presentador y contestó que sentía que no se había implicado lo suficiente y que no había transmitido entusiasmo a la audiencia.

Respecto a estas declaraciones, Jorge Javier fue muy tajante y dijo que no entendía a la de Alicante, puesto que con él fue muy amable. A esto, el periodista sentenció que no diría nada más respecto a la 'youtuber', ya que su cerebro la había archivado completamente en un compartimento de las cosas que se olvidan y que ya no hay manera de recuperar porque quedan borradas para siempre.

Otro tema han sido las acusaciones de Meritxell a Jorge Javier. Las palabras de Meri sí parecen haber afectado al periodista, que ha sentido "rabia, dolor e impotencia", según él mismo ha declarado. La catalana acusó al presentador de falta de neutralidad y de no tomarse su trabajo en serio.