Telecinco ya está listo para iniciar un año, este 2017, en el que recupere el terreno perdido en cuanto a niveles de audiencia en su particular guerra con Antena 3, de la mano del inicio de la quinta edición de la versión 'del famoseo' de su programa estrella de tele realidad, Gran Hermano VIP 5.

Un espacio volverá a presentar Jordi González y que, si echamos un vistazo a las partidas de gastos de otros años y las comparamos con la de este, veremos cómo la cadena de Fuencarral se ha pegado un buen apretón al cinturón, como mínimo, en relación al caché de sus reclamos más importantes para seducir a los telespectadores.

Después de dos ediciones en claro ascenso, tanto por el nivel de famosos como por los salarios que estos perciben semanalmente si no son expulsados de Guadalix de la Sierra, fue en la tercera edición cuando todas las barreras y las líneas rojas saltaron por los aires con la inclusión de Belén Esteban -supuestamente con un salario que se acercaría a los cuarenta mil euros o los rondaría- y de Paquirrín, quien no habría entrado por menos de veinte mil a GHVIP3.

Un año después, el de la pasada edición, era Rosa Benito quien ponía unas condiciones de altura para acabar pasando sin pena ni gloria por el cuarto GH VIP. En su caso se habrían superado los treinta mil euros por cada semana aguantando a sus compañeros durante veinticuatro horas, eso sí, respaldada por su compañera de reparto en Sálvame, Raquel Bollo, que habría superado los diez mil.

Sin embargo, para esta, esa figura que obliga a hacer un esfuerzo sobre humano a la cadena de Fuencarral, parece no haber llegado, si no tenemos en cuenta que Toño Sanchís, enemigo íntimo de Belén Esteban, se embolsaría veinte mil euros cada siete días por dejarse grabar todo el día. Y es que tras él, el resto de caché, estaría a años luz del representante de famosos.

Se rumorea, no obstante, que esta edición, hasta ahora de lo más 'low cost' podría dejar de serlo con un bombazo que se estaría guardando Telecinco en la manga para la presentación. Veremos si la bomba supone un gasto importante en la partida de 'salarios de los concursantes'.