No hay mal que cien años dure ni cuerpo que los resista, o, en televisión, no hay personaje que no llegue a una cima de fama que no acabe cayendo con el tiempo. Se acerque más al primer caso o al segundo, lo cierto es que todo hace indicar que cada vez queda menos tiempos para que la de Paracuellos empiece a perder protagonismo en la pequeña pantalla hasta que acabe desapareciendo de ella.
Así lo dejan patente las distintas encuestas de popularidad de Belén Esteban y las cifras de audiencia a la baja de los formatos en los que esta trabaja en Telecinco, por no hablar de los famosos 'Belenazos' que en la cadena de Fuencarral venden a bombo y platillo y que, como el resto, son vistos por cada vez menos televidentes.
La sobre exposición que la colaboradora estrella de Mediaset España ha venido sufriendo en la última década es, sin duda alguna, un factor capital en este declive del interés mediático que genera, pero claro está, no el único. Su vida, de la que ha venido viviendo desde su primera exclusiva hasta ahora, parece estar, por un lado trinchada en cuanto a lo que tiene que ver con Jesulín, la familia de este, la Campanario y su actual pareja, 'el Migue', a quien tratará de recuperar para seguir haciendo caja con su próxima boda.
Por otro lado, su imagen se ha venido deteriorando desde su inclusión en la casa de GH VIP, donde esta pareció llevar de la correa a sus acólitos en la casa, consiguiendo la victoria final frente a todas las encuestas que la iban situando como expulsada cada vez que se le nominaba y como subcampeona en la Gran Final de su edición.
Desde entonces, la cosa sólo ha ido en descenso.
Por si esto fuera poco, la aparición de su némesis en antena, Toño Sanchís, a quien se enfrenta en los juzgados y que la ha seguido manteniendo en el foco mediático los últimos meses, le está haciendo mucho daño. Por un lado, en el plano anímico como aseguran algunos de sus compañeros en Sálvame, por otro en el mediático, habiéndole superado en interés de la audiencia.
Con todo esto, y a expensas de que esta pueda marcharse con un apoteosis final echando mano de su boda y de la mayoría de edad de Andreíta, su declive es evidente y su final televisivo, cada vez está más cerca.