Nuevas graves acusaciones en el cara a cara más agresivo y mediático del que hemos sido testigos en los últimos años a través de la pequeña pantalla. La guerra entre Toño Sanchís y Belén Esteban sigue produciéndose en paralelo a los juzgados a través de Telecinco, donde el primero trabaja en El Programa de Ana Rosa con Belén como telón de fondo y donde la segunda hace lo propio en Sálvame con el que fuera su representante como papel protagonista.
El último cruce de declaraciones que ha habido entre ambos se produjo en el día de ayer cuando Toño Sanchís, según Belén, habría estado hablando mal de su familia, indicando que llegaron a avergonzarse de ella durante su paso por GH VIP agregando que esta no se fiaba de su familia, a lo que, como ya sabemos, la Princesa del Pueblo respondió sacando las uñas por los suyos y contando algunos de los pasajes más bochornosos de su relación laboral con Sanchís, siempre según su versión.
Según esta, lo que sucedió es que su hermano, viendo cómo estaba por los problemas que todo el mundo conoce y que ha superado la de Paracuellos, quiso sacarla de la televisión para que descansara dado que un informe que esta enseñó a Paz Padilla y del que habló en antena, le aconsejaba un entorno más tranquilo que no pudiera tener consecuencias sobre su salud en el futuro.
Sin embargo, y pese a las peticiones de su familia, Toño habría hecho caso omiso, según Belén, para seguir "trincando", a pesar de que este parece que se avergonzaba de ella, describiendo al que fuera su manager como un auténtico obsesionado del dinero que por este haría casi cualquier cosa.
Según esta, si bien se estaba avergonzando de su paso por el reality show decano de la televisión española en versión VIP, bien que iba llevándoselo de todos los ingresos que esta iba registrando tras completar las distintas semanas de encierro en Guadalix de la Sierra.
No obstante, el pasaje más oscuro que esta narra es que, cuando ella anunció que iba a donar los 100.000 euros del premio, este se lo echó en cara porque también pretendía llevarse su porcentaje, pactado a su entrada. Tremendo.