Dicen que la cercanía hace el cariño y esto parece confirmarlo esta semana en Supervivientes, el reality show de Telecinco el acercamiento no sólo físico sino ideológico entre Lola y Nacho Vidal, los eternos enemigos desde principio del programa han acercado posturas, desde que están solos y obligados a convivir en Playa Uva.

Los dos se han hecho partícipes de distintas confesiones, contra el que parece ser ahora el enemigo común de todos los concursantes que no es otro que el cantante del grupo Obus, Fortu. Lola ha llegado a comentarle a Nacho Vidal que Fortu le había propuesto hacer un montaje dentro de la isla en el que ambos aparecerían como enamorados, a pesar no sólo de la diferencia de edad sino también de que él tenía pareja fuera de la isla.

En el plató de Telecinco, la hija de Fortu ha salido en defensa de su padre, negando tajantemente las acusaciones de Lola y diciendo que su padre no había accedido nunca a hacer ningún montaje a pesar de que le habían propuesto varios desde que ganara el concurso "Mira quien salta". La verdad es que toda esta campaña de negatividad viene muy a cuento con la nominación de Fortu de esta semana tras haberlo visto perfilarse semana tras semana como uno de los favoritos ante la audiencia.

Será la audiencia la que tenga que definirse ahora entre quién quiere que sea expulsado si el cantante de Obús o la hija adoptiva de Isabel Pantoja que a la chita callando hasta ahora había ido librándose de todas las nominaciones.

Al fondo y de un modo bastante silencioso se viene perfilando el nombre del que puede convertirse en el ganador de esta edición, que es el líder de esta semana y no es otro que Christopher.

Por otro lado y para caldear el ambiente y así aumentar los índices de audiencia, los responsables del programa de la cadena de Telecinco tuvieron la idea de premiar a Lola y a Nacho Vidal con una ducha que ambos debían de disfrutar juntos y lo hicieron aunque manteniendo las distancias pero dejándonos unas imágenes lo suficientemente insinuantes.