Vanessa Hudgens ha decidido romper su silencio y despacharse a gusto sobre el que fuera su novio, Zac Efron. La actriz ha querido dejar constancia de que incluso llegó a sentir odio debido a los celos que tenía durante la temporada en que mantenía una relación sentimental con Efron, lo que hizo que a fin de cuentas se diera cuenta que ese no era su camino y decidiese poner solución lo antes posible.

Fue en 2010 cuando decidió poner fin a su noviazgo con el actor después de tres años de relación, pero aún sigue recordando lo tremendamente celosa y desconfiada que se mostraba a todas horas ante la gran multitud femenina que se atrincheraba en torno a su novio.

Tal y como ha querido dejar constancia en el periódico "New York Times", eso le hacía volverse muy mala debido al tremendo cansancio que arrastraba como consecuencia, ya que no había ni un solo momento en que una chica no estuviese corriendo tras Zac. Ante dichos comportamientos, ella no podía hacer otra cosa que echarles caras de odio.

No obstante, Vanessa quiso poner solución a su situación tan pronto como fuera posible ya que se daba cuenta que ese no era el camino correcto a seguir. No correspondía con los valores que su familia le había inculcado desde tantos años atrás, que consisten en dar amor y ser amable con los demás.

Una suerte que ya haya conseguido superar este mal momento que atravesó, y actualmente la podemos ver feliz junto a Austin Butler, demostrando que es una persona totalmente nueva a quien le gusta su estilo "hippie" y poder bailar prácticamente desnuda en el campo mientras se dedica a escuchar Led Zeppelin.

No puede estar más agradecida a su chico, y así lo ha mencionado asegurando que fue él quien le ayudó a recomponer su fe cristiana y animarle a asistir nuevamente junto a él a la Iglesia que prácticamente parece una discoteca. Este edificio es conocido por sus grandes luces de neón y sus vídeos. Ha querido concluir la entrevista halagando dicha iglesia, ya que se centran en uno mismo y en la relación concreta que mantengas con Jesús, algo que la satisface y hace sentir mucho mejor.