Al fin, ha sido este fin de semana cuando Justin y Jessica se han convertido en papás de su primer hijo, a quien han decidido llamar Silas Randall. Después de que se hayan cumplido dos años desde que la pareja contrajo matrimonio, al fin comienzan a formar una familia, y hay que decir que se les ve emocionados y pletóricos ante la buena nueva. Decir que tanto la madre como la criatura están perfectamente en estos momentos, tal y como han querido asegurar sus representantes para "People".
En cuanto a Justin, solo podemos decir que se encuentra en pleno éxtasis ante la noticia de su tan ansiada paternidad, algo que tendrá que ir asimilando poco a poco dada la magnitud del cambio que sufrirá su vida a partir de ahora.
Este niño viene después de que la pareja lo esperase con muchas ganas, tal y como aseguró Timberlake hace no mucho durante la recogida de uno de sus numerosos premios.
Durante aquel momento, el cantante asegurada que estaba impaciente por ver cómo sería la reacción de ambos en ese momento tan especial en el que su pequeño vería la luz por primera vez. Tras estas emotivas palabras, bromeó asegurando que se pondría rápidamente a aprender cómo cambiar pañales y cómo arropar correctamente al futuro bebé. Ahora sí tendrá que llevar todos estos conocimientos a la práctica, y estamos completamente seguros de que lo habrá perfectamente.
Con el nombre del padre del ex de Britney Spears, estamos seguros que Silas traerá muchas alegrías a sus padres, unos padres que pretender cuidar de él y educarle a las mil maravillas, y estamos completamente seguros de que lo harán perfectamente.
Parece que fue ayer cuando Justin decidió compartir la gran noticia del embarazo de su mujer vía Instagram, donde daba gracias a sus seguidores por felicitarle, y acto seguido afirmaba que tenía el mejor regalo de todos y que no podía esperar.
Se preguntaba qué sexo tendría el pequeño, ante lo cual animaba a la gente a que comenzasen a hacer sus apuestas. Desde aquí solo podemos mandar un mensaje de sincera felicitación a esta bonita pareja con un gran reto por delante.