La cantante italiana Laura Pausini que se encuentra de gira mundial con su disco de aniversario 20 The Greatest Hits, sorprendió a sus fans de Lima el pasado 24 de julio dejando ver su "entrepierna" en lo que dicen fue un inoportuno descuido.
La cantante de 40 años que puso banda sonora a la adolescencia y juventud de varias generaciones allá por los 90 subió al escenario vestida con un atuendo negro tipo "Kimono" sin ropa interior debajo.
Casualmente y coincidiendo con el final de su actuación (el incidente ocurrió cuando la cantante entonaba las últimas notas de Jamás abandoné), Laura Pausini puso el broche de oro a su concierto permitiendo que en un descuido su vestido se entreabriera y dejara al descubierto sus partes más íntimas.
La noticia ya ha dado la vuelta al mudo y se ha transmitido como un desafortunado accidente del que Laura salió airosa con un simpático: "Si han visto, han visto, yo la tengo como todas", pero lo cierto es que las imágenes del momento (fáciles de encontrar en youtube) y el hecho de que Pausini subiera al escenario sin bragas sugieren más una estratégica campaña de marketing que un descuido.
Desde luego, las redes sociales echan humo a estas horas y no es de extrañar que se convierta en trending topic.
Laura Pausini se hizo célebre en el año 1993 tras ganar el Festival de San Remo con La Solitudine y desde entonces no ha parado de sacar discos a la luz, con una separación temporal de 2-3 años. Lo cierto es que con ninguno ha conseguido recuperar el gran éxito de sus primeros temas, pero nadie esperaba que la cantante, reconocida por su ternura, tuviera que recurrir a este tipo de recursos para volver a ser noticia.
Sin embargo, este tipo de sucesos se vienen repitiendo con frecuencia y no son pocos los ejemplos de artistas que desafían lo socialmente correcto sobre el escenario, como los memorables contoneos de dudoso erotismo de Miley Cyrus o el beso entre Britney Spears, Madonna y Christina Aguilera, ambos sucesos ocurridos en distintas ediciones de los premios MTV.
Al parecer, en un mercado musical copado por cantantes que parecen ser copias unos de otros, la originalidad y la innovación no resultan tan efectivas para vender discos como lo es el escándalo.