Cada vez son más las personas que deciden comer en el trabajo, bien sea porque no tienen tiempo para salir, trabajan por turnos, el restaurante está muy costoso, etc. Decisión que será acertada siempre y cuando se elijan los alimentos adecuados para cuidar la salud y mantener la figura, de lo contrario, sólo estarás cambiando de lugar para almorzar y consumiendo la misma cantidad de calorías y grasas.

Según Elisa Escorihuela, experta en nutrición, cumplir con un régimen alimenticio balanceado mientras trabajas, no sólo favorece tu salud, si no también tu productividad.

Así pues, sigue nuestros consejos y verás que lograrlo es más fácil de lo que parece ¡Toma nota!

Consejos para comer bien en la oficina

Evita saltarte alguna comida: la prisa por cumplir un informe encomendado por tu jefe, puede favorecer a que te saltes alguna comida ¡No lo permitas! Respeta tu tiempo para comer, ya que consumir alimentos de forma regular mantiene los niveles de azúcar en la sangre y, a su vez, evita que llegues desmayado a la siguiente comida. Por tanto, organízate mejor y come completo.

Toma mucha agua: acompaña tus comidas con agua. Evita los cafés envasados y los refrescos. El agua te mantendrá saciado entre comidas, y además, favorecerá el buen funcionamiento de tu organismo.

Así, cada vez que sientas que sientas un hambre voraz, toma un vaso con agua o un zumo de fruta sin azúcar recuerda que ellas poseen sus propias azúcares.

Fruta, el mejor postre: olvídate de los dulces. Convierte las frutas en tu mejor aliada, pues ellas aportan gran cantidad de vitaminas y fibras que son esenciales en una dieta balanceada, además previenen Enfermedades como el cáncer, la obesidad, la diabetes, etc.

Evita el exceso de sal: de acuerdo con la Organización Mundial de la salud, deberíamos consumir menos de 5 gramos de sal diarios. Si nos excedemos de esa cantidad hay mayores probabilidades de sufrir de hipertensión, e incluso, de accidente cardiovasculares. Por tanto, condimenta tus alimentos con otras especias o hierbas aromáticas.

Varía las comidas: para ello, planifica tu menú semanal, así evitarás aburrirte y abandonar la dieta. ¿Cómo lograrlo? Haz distintas combinaciones con pollo, vegetales, patata, arroz, pescado. Lo importante es que evites las salsas y frituras y utilices más el vapor y el honor.

Bonus Track

Olvídate de las máquinas dispensadoras: lleva contigo tentempiés saludables como los frutos secos, e incluso, yogurt. Son opciones saludables para mantenerte saciado entre comidas.

Muévete: Haz ejercicios ¡No hay excusa! ¿Cómo lo haces? Si vives cerca, remplaza tu coche por la bicicleta; en el trabajo, olvídate del ascensor y usa las escaleras; en tu escritorio, aunque estés sentado haz estiramientos o contrae cada cierto tiempo tu abdomen y tu glúteo. Todas estas actividades físicas te mantendrán en forma y saludable.