El limón y la sal siempre han sido productos diarios en nuestros hogares, de esta manera muchas personas han ido averiguando, por su propia cuenta, diferentes trucos para diferentes problemas con estos ingredientes que normalmente siempre están en nuestras casas. Cada vez son más personas las que sienten que los productos de limpieza que venden en los supermercados les afecta a su salud, provocándoles alergias extrañas, ronchas en la piel, picores o incluso picor de garganta, muchas de ellas ya han optado por hacer la limpieza del hogar con productos naturales como se hacía antiguamente.
Trucos con limón y sal
Para eliminar las típicas manchas amarillentas o blancas de nuestra ropa, simplemente mezcla un poco de agua caliente con unas cucharadas de sal, déjalo actuar varios minutos y después lava tu ropa como de costumbre, verás que las manchas han desaparecido.
Con el paso del tiempo y los usos nuestras tazas quedan manchadas de café, cuantas veces no hemos ido a tomarnos un café a un bar y hemos visto que nuestra taza se veía sucia... Pues bien la solución es simple, coge un paño de cocina, ponle un poco de agua caliente, pon dentro del paño un poquito de sal y frota la taza justo donde han aparecido las manchas, verás como éstas quedan reluciente y lucen como si fueran nuevas.
Para desinfectar los utensilios de cocina no hay nada más natural que frotarlos con limón y sal, por ejemplo la tabla de cortar de la cocina siempre acaba llena de restos de comida por muy bien que la limpiemos, simplemente echando un puñado de sal y frotando con medio limón mataremos las bacterias que hayan podido quedar en ella después de cortar nuestros alimentos.
Para limpiar nuestros grifos también es efectivo el limón y la sal, la sal despegará de ellos la cal y el limón aparte de contribuir a la desinfección de estos le aportará muchísimo brillo.
Para desatascar cañerías
Cuando notemos que el desagüe de nuestra cocina no funciona correctamente podemos mezclar en un recipiente un poco de agua caliente con sal y zumo de un limón, y lo vamos echando poco a poco, esto desatascará la cañería haciendo que el problema desaparezca.
Cuando veamos que nuestra plancha está muy sucia, echaremos un poco de sal sobre un papel preparado para hornear, encenderemos nuestra plancha y acto seguido plancharemos por encima de los granitos de sal, esto eliminará el exceso de cal y hará que nuestra plancha quede como nueva, además de que matará las posibles bacterias que hayan podido quedar por el uso del vapor, ya sabemos que donde hay humedad hay más posibilidades de que se alojen bacterias.