Por cada millón de población existen 43,8 donantes en España. Cifras que hacen que, tras 25 años, el país continúe encabezando el ranking de donaciones. Durante 2016 se llevaron a cabo trasplantes de 4.818 órganos (2.019 donantes) lo que representa un 6,6% de las donaciones a nivel mundial. Además, los datos que presenta la ONT sobre el primer trimestre del año 2017 avanzan que las cifras continuarán en ascenso.

Tras España se encuentran Estados Unidos, Bélgica, Francia y Austria,

El éxito del sistema español

  • Existencia de especialistas en la materia.
  • Entre los pacientes ingresados y los que se encuentran en el departamento de urgencias se identifican posibles donantes.
  • En España la edad no siempre es excluyente, un 10% de los donantes son mayores de 80.
  • Valoración en caso de muerte cerebral y/o circulatoria.

Cómo hacerse donante de órganos

A cualquier persona fallecida, que en vida no hubiese manifestado oposición, se le considerará donante presunto.

Esto ocurre así en España con cualquier persona mayor de edad. Los menores e incapacitados no podrán decidir, siendo los responsables legales los encargados de decidir por ellos.

Esto no quiere decir que cualquier persona vaya a ser donante, existen contraindicaciones absolutas y relativas.

- Absolutas: son aquellas condiciones del presunto donante que le impiden automáticamente efectuar el acto por causas definidas. Por ejemplo, ser VIH positivo o sufrir una infección generalizada.

- Relativas: son aquellas que no son rígidas y por tanto, excluyen directamente. Ejemplo de este tipo son la hipertensión arterial o la edad (por norma general no suele admitirse donación de un mayor de 70 años).

Además, para que pueda hacerse efectiva una donación deben cumplirse una serie de condiciones como el mantenimiento de las constantes vitales en un nivel preestablecido para garantizar el funcionamiento adecuado del órgano en cuestión.

Aquellos que decidan hacerse donantes deberán hacérselo saber a sus familiares pues, llegado el momento, la familia será quien autorizará el trasplante. El carné de donante de órganos es otra opción. Se trata de un documento obtenido en vida por el que se manifiesta la voluntad de la donación tras fallecer.

El lado humano de la donación

Altruismo y anonimato, palabras que van ligadas, son la base sobre la que se edifica el sistema de trasplantes español. Las personas que deciden donar lo hacen sin remuneración (de ningún tipo) y sin saber quién recibirá el órgano.

De la misma forma, quien recibe tampoco conoce la procedencia ni paga por el órgano o tejido. La única excepción se hace en casos de médula, riñón o hígado ya que el proceso se simplifica si se trata de la donación por parte de un familiar.