Somos lo que comemos y lo sabemos, por eso cada vez somos más las personas que nos decantamos por un consumo más respetuoso con nuestro cuerpo, nuestra salud y a la vez con la conservación del medio ambiente.
Los productos de origen ecológico proceden de cultivos respetuosos con el medio ambiente, libres de insecticidas, pesticidas, abonos químicos, cadmio y otros productos utilizados en el cultivo artificial que resultan a largo plazo altamente perjudiciales para la salud y principales causantes de enfermedades crónicas como alergias, asma, y otras enfermedades degenerativas como la obesidad, diabetes, hipertensión y varios tipos de cáncer que tienen su origen en la alimentación.
Como dijo Hipócrates, médico de la Antigua Grecia “Que la comida sea tu alimento y el alimento, tu medicina”. Los productos ecológicos acumulan hasta un 69% más antioxidantes en su composición, por lo que son altamente beneficiosos para prevenir enfermedades cardíacas y respiratorias además de prevenir el cáncer y otras patologías. Al ser libres de pesticidas y abonos artificiales, evitan la bioacumulación de residuos en nuestro organismo que pueden ser perjudiciales a corto y largo plazo, además de ser naturales y no manipulados genéticamente.
Podemos afirmar, entonces, que la inversión en el consumo de productos ecológicos, garantiza un ahorro asegurado en problemas de salud y medicamentos.
Los productos ecológicos necesitan una certificación adicional que garantiza la autenticidad de su origen. Además de los controles habituales y oficiales que se realizan en todos los alimentos, los productos ecológicos pasan por exámenes de calidad adicionales que garantizan la autenticidad de los productos y su origen de cultivo ecológico y orgánico.
Este tipo de cultivo, hace un uso racional de los recursos naturales, favorece la biodiversidad, y no contamina el aire, ni el suelo, respeta la fauna, y favorece la salud del consumidor. Los productos ecológicos garantizan que no han sido testados en animales, y la ganadería ecológica permite que los animales crezcan en libertad, respetando el ritmo natural de crecimiento de todas las especies.
Nuevos puestos de trabajo gracias al cultivo ecológico
El cultivo ecológico requiere una mano de obra superior que el cultivo habitual, por lo que genera empleo y el crecimiento, sobre todo en las zonas rurales. Además de todos los beneficios para nuestra salud y el medio ambiente, es importante tener en cuenta que el cultivo natural requiere más trabajadores, así como mayores cuidados, siendo una fuente de empleo para muchas familias.
Un inconveniente es que como resultado de una producción inferior a la generada de forma artificial y masiva, y mucho más laboriosa, a menudo conlleva un aumento en los precios de los productos de cultivo ecológico con respecto a los que no lo son.
Sin embargo, cada vez hay más demanda de productos ecológicos de todo tipo, y la diferencia de precio es casi imperceptible.
Resulta, así mismo, una excelente inversión a corto y largo plazo, debido a que conservan mucho mejor las propiedades naturales y nutricionales, además de ser muy efectivos para tratamiento y prevención de enfermedades.