En estos días circulan en internet artículos sobre el babeo que afirma que babear al dormir es algo de lo cual podemos sentirnos orgullosos.

Por supuesto que es genial descansar tan profundamente que todo nuestro cuerpo se relaje y ya no podamos controlar siquiera el ejercicio de tragar la saliva que producimos normalmente, incluso al dormir. En estos artículos encontrará información interesante sobre las etapas del sueño, siendo la REM (Rapid Eye Movements, o Movimientos Oculares Rápidos) la responsable de un sueño reparador, y de las babas. Durante esta etapa, ciertos neurotransmisores son inhibidos para evitar los movimientos musculares que harían que salgamos corriendo ante una pesadilla.

Es un hecho que el sueño REM es necesario para el descanso real; facilita los procesos de aprendizaje, la maduración de conexiones neuronales necesarias para la vida, la formación de recuerdos a largo plazo.

Pero no es cierto que el babeo es fundamental para asegurarnos un sueño reparador. Este indicador es puramente accesorio, y hasta puede llegar a ser contraproducente, nocivo, o una señal de alerta sobre posibles enfermedades en algunos casos. Por no hablar de la incomodidad de amanecer sobre un charco de baba y tener que lavar las sábanas inmediatamente, ya que las bacterias comienzan a producir olores y colores desagradables.

Entonces vamos a repasar algunas técnicas para dejar de babear durante la noche, y remarcar que si el babeo persiste, es posible que sea portador de una alergia o sinusitis, que seguramente es tratable.

En primer lugar, querrá asegurarse de que está respirando por la nariz. Respirar por la boca incluso cuando está despierto no es una buena práctica, necesitará reeducar este hábito con un Fonoaudiólogo o profesional de las vías respiratorias. El profesional evaluará también la necesidad de aplicar algún tratamiento en el caso de que tenga las fosas nasales obstruidas.

Dormir con la boca abierta es algo que también deberá erradicar. No sólo permite que la saliva se escape hacia afuera sino que también es posible que esté roncando mientras duerme. Existen algunos trucos para evitar esto, como cambiar la posición al dormir (de espaldas o de lado) y aplicar banditas adhesivas sobre la nariz que abrirán las fosas nasales.

Por último, verifique la posibilidad de que el babeo no está allí por alguna dolencia en las encías. Si es el caso, puede adquirir un gel para el dolor y de esta manera reducir la cantidad de saliva que produce.