Un nuevo estudio científico advierte a la población sobre la resistencia de los piojos a los productos que se emplean a día de hoy. La causa, los piojos han mutado para hacerse resistentes a estos productos y poder sobrevivir.
Si ya era difícil deshacerse de las liendres de los piojosahora aún costará más porque están haciéndose fuertes e inmunes contra todo lo que empleamos para acabar con ellos. Se deberán abrir nuevos campos de investigación para lograr otra clase de productos que pueda acabar con los nuevos piojos:los piojos mutantes.
En el diario The Mirrorpodemosleer un artículo sobre el estudio que desvela este problema y que ha sido llevado a cabo por investigadores de la Universidad del Sur de Illinois.
Hay que decir que de momento se ha hecho la investigación sólo en los Estados Unidos y se ha visto que 25 de sus Estados ya tienen esta clase de piojo mutante y resistente, pero se cree quese trata de un problema mundial y que irá a más por el movimiento constante de personas que van de un lugar a otro.
Tras las pruebas realizadas, pudieron ver como muchos de estos piojos habían modificado su ADN dando lugar a mutaciones genéticas que los hacen resistentes a los tratamientos que existen a día de hoy para luchar contra ellos (como la permetrina, el malatión, elbutóxido de piperonil o el lindano) ya sea en forma de loción, champú o aerosoles.
Emplear las liendreras de forma regular e insistente continua siendo una de las salvaciones para eliminarlos.
Hay que recordar que los piojos se propagan con gran facilidad, sobretodo en niñosque comprenden edades entre 3 y 10 años y que suele concentrarse en escuelas, piscinas, campamentos... Así que los viajes a otros países o la vuelta al colegio suele ser un foco de contagio y propagación. Por eso se expanden tanto y por eso se cree que habrá más países que tengan estos nuevos piojos mutantes. Los piojos se alimentan de la sangre del cuero cabelludo de la persona en la que han ido a posarsey estaspicaduras pueden causar picor persistente inflamar el cuero cabelludo.
