Todos hemos oído más de una vez de las virtudes del gazpacho. La realidad es que tomar un vaso nos aporta 90 kilocalorías y es que este tradicional plato andaluz puede ser un buen aliado en cualquier dieta que se pretenda afrontar.

El gazpacho esta compuesto por tomate, pepino, aceite de oliva, ajo , sal, vinagre y cebolla, ingredientes que bien juntitos dan lugar a este tesoro de la gastronomía. Es una bebida que se toma fría y contiene una buena cantidad de agua, imprescindible para una buena hidratación en esta época del año y básico a la hora de ayudar a que ancianos o los más pequeños de la casa estén siempre con unos niveles de agua correctos.

Su principal protagonista el tomate, contiene una gran cantidad de licopeno, potente oxidante que ayuda a tener nuestra piel bien hidratada y con buen aspecto. El aceite de oliva que lo rocía nos proporciona grasas de tipo monoinsaturado que ayudan a prevenir enfermedades del corazón.

Otro de sus componentes es el ajo que al tener un alto contenido de compuestos sufurados tienen propiedades fungicidas, antibacterianas y de tipo antiséptico. Siempre se ha dicho y con razón, que el ajo nos aporta una cantidad de energía bastante superiores al del resto de vegetales, pero también no es menos cierto que la cantidad en que se ingiere y su aroma/sabor no hacen precisamente que se ingiera en grandes cantidades por lo que no representante ningún tipo de problemas.

Otro de sus componentes el pepino tiene un efecto de saciedaz en nuestro organismo, amen del efecto diurético que tiene y que hace que eliminemos las toxinas nocivas o inservibles para nuestro cuerpo. Por último tenemos al vinagre evita que se pierdan las propiedades del plato, dándole sabor y no teniendo un aporte calórico reseñable.

Como has podido ver el gazpacho tiene multitud de propiedades que ayudarán al funcionamiento de tu cuerpo de manera óptima, te refresca y encima puedes convertirlo en uno de los pilares destacados de tu dieta ¿alguien da más? aprovéchate de sus virtudes.