Juan Carlos I ha comenzado los trámites para trasladar su residencia fiscal a Abu Dabi y ahora dejará de ser contribuyente de Hacienda española. Por eso, el padre del rey Felipe VI no presentará la declaración de la renta correspondiente a este año. El exmonarca reside en Emiratos Árabes Unidos tras su exilio desde el mes de agosto del año 2020.

El emérito no sopesa un retorno a España tras su decisión

El regreso del emérito está cada vez más lejos tras los trámites para trasladar su residencia fiscal. En marzo del año pasado, la Fiscalía archivó las investigaciones por sus maniobras económicas en el extranjero y sus negocios.

A partir de ese momento se intensificó el rumor del retorno de su majestad a España.

Incluso Juan Carlos I envió una carta al rey Felipe VI donde dejó entrever sus ganas de regresar al suelo español de forma permanente aunque reconoció que no iba a ser de manera “inmediata”. También en la misiva su majestad aclaró que en ese momento le parecía oportuno continuar su residencia en Emiratos Árabes Unidos. El rey emérito ha emprendido su exilio tras varias irregularidades y escándalos mediáticos.

La Hacienda entiende que el emérito no radicaría en España

Con el traslado de la residencia fiscal a Emiratos Árabes Unidos, Hacienda entiende que Juan Carlos I ya no radicaría en España, ya que el núcleo de sus actividades estará en Abu Dabi.

El organismo nacional afirma que aunque el emérito tenga una casa permanente en el Estado español, ahora se considerará residente si mantiene relaciones más estrechas en el suelo español.

El padre del rey Felipe VI ha residido más de 183 días en Abu Dabi

También Juan Carlos I ha residido más de 183 días en Abu Dabi, un requisito de los Emiratos Árabes Unidos para entregar la residencia fiscal.

Cabe recordar que desde el año 2020, el rey emérito solo ha regresado en una ocasión a España. El año pasado el padre de Felipe VI acudió a una competición de regata en Pontevedra. Sin embargo, su estancia fue de solo unos días.

Varias irregularidades provocan el exilio del emérito

Cabe recordar que El Mundo informó que el emérito había sido obligado a pagar una sanción después de no haber declarado el regalo de las cacerías.

En ese sentido, Hacienda determinó que Juan Carlos I debería haber declarado las invitaciones y los vuelos en aviones privados que usó para ir.

Su majestad habría pagado cuatro millones de euros por vuelos privados a una fundación de su primo Álvaro Orleans para liquidar a la oficina tributaria. Asimismo también salió a la luz la liquidación cuando el exmonarca pagó 678.393 euros al empresario mexicano Allen Sanginés por varios vuelos privados.