La diputada de VOX por Baleares Patricia de las Heras compartía un mensaje el pasado martes en su cuenta de Twitter en el que comparaba la práctica de los test rectales para la detección del Coronavirus con una agresión, al mentar el artículo 179 del Código Penal, el que trata de los abusos sexuales.

Las críticas no se han hecho esperar, ya que en las redes se ve desproporcionado comparar el intrusismo corporal del bastoncillo usado para la realización del test con violentar la integridad sexual de una persona. De las Heras ha mantenido que se trata solo de su opinión en tuits posteriores.

El debate sobre el carácter forzoso de los test

Aunque se ha explicado que se aplicará este tipo de test a pacientes que presenten resistencia al test nasal, el contenido del Código Penal al que se refiere la diputada esclarece que para ser punible requeriría que dicha práctica presentase una motivación libidinosa por parte del ejecutante, en este caso un sanitario.

Es decir, que el Código Penal no incluye en este artículo pruebas como los test anales, porque las agresiones requieren de un elemento subjetivo, un fin libidinoso, que implica que la finalidad del agresor es la satisfacción sexual, algo que en el caso de un sanitario que aplica una prueba de detección de coronavirus sería altamente improbable.

La polémica en torno a los test rectales

La existencia de estos test se hacía más popular cuando China informaba hace unos días que tenían más eficacia en la detección del virus, aunque el Servizo Galego de Saúde (Sergas) ha declarado que son pruebas que ya se estaban aplicando desde el principio de la pandemia a pacientes a los que no se les puede hacer el test nasal, como los hospitalizados con ''alto compromiso de la vía aérea'', los enfermos enchufados a oxigenoterapia o los recién nacidos.

A pesar de esto, la diputada de VOX ha seguido cuestionando estos test en otros tuits.

Por otra parte, hay más prácticas médicas que no se han puesto nunca en entredicho, como las colonoscopias o los tactos rectales de los proctólogos, por lo que el texto al que se refiere Patricia de las Heras no sería aplicable en este contexto médico ni sería una práctica condenable en relación a ese artículo específico.

Esta alteración del contexto ha puesto Twitter patas arriba, recibiendo réplicas tanto de sanitarios como de trabajadores del ámbito legal, incluso siendo la diputada una abogada especialista en urbanismo. Aunque China ya avisó en un informe de que este tipo de práctica era un poco más molesta que la prueba nasal, se asegura que el virus permanece más tiempo en el recto que en las vías respiratorias, y son varios los expertos que secundan la mayor fiabilidad de los test rectales.