Francisco Fernández Sánchez cobró trascendencia pública hace unos días, luego de que formara parte de la redacción de la carta que más de 70 mandos retirados del Ejército de Tierra, enviaron al Rey. Para quienes no han dado aún con el contenido de esa carta, ¿qué es lo principal que decía? De manera cruda y directa se acusa al Rey de que su gobierno es "socialcomunista". Pero los mandos retirados fueron más allá y afirmaron que el Rey está apoyado por "filoetarras e independentistas". Si bien las investigaciones en torno a la carta puesta en circulación el pasado 26 de noviembre aún está en proceso, se presume que Fernández o bien es de los incitadores a la redacción de la carta o peor, su autor.
El texto dirigido a Felipe VI se ha escrito desde el ordenador de Fernández, según figura en los metadatos del documento que circuló entre los componentes de la XXIII promoción de la Academia General Militar.
Cesado de su cargo en 2006
Cuando el general Fernández fue retirado se su cargo hace 14 años, los motivos nunca fueron aclarados públicamente del todo. Lo que se conoce, es que en 2006, al momento de ser retirado, el general dirigió una carta el periódico El País, donde dejaba en claro que su salida se realizaba con normalidad, como comúnmente se hace en las Fuerzas Armadas.
Pero todo se ha puesto en jaque hace nueve días, cuando el pasado sábado 5 saliera a la luz una versión radicalmente distinta.
El ex ministro Bono, en TVE, ha salido a declarar que en realidad, Francisco Fernández Sánchez, contaba en una pared de su despacho, un enorme cuadro del general Franco, incluso de mayor tamaño que la imagen del Rey. Semejante hallazgo causó estupor entre los demás oficiales.
La versión de Fernández
El general implicado no ha salido a negar los hechos, sino a dar sentido a la memoria.
A través de declaraciones, contó detalles del porqué de la existencia del cuadro de Franco, y a qué se debió el hecho de no haberlo querido descolgar. Lo que ha contado, indica que aquel día de 2006, estaba siendo visitado por un superior, el general Pedro Pitarch, Jefe de la Fuerza Terrestre (capitán general de Sevilla), quien según rememora Fernández, lo invitó a visitar un edificio que sería dedicado a ser una sala de honor.
Aparentemente, al ingresar, Pitarch observa un gigantesco cuadro del dictador Franco junto al del Rey, e inmediatamente ordenó a Fernández Sánchez descolgar el cuadro. Ante esta orden, Fernández sugirió que era mejor colocar el cuadro del Rey en algún sector distintivo, separado y preferencial, para estar por encima de Franco y como Pitarch hizo silencio, esto lo interpretó como un aval ante su sugerencia.
Finalmente, hoy sale a la luz que la actitud de Fernández se toma no sólo como una desobediencia a la orden de un superior, sino como una actitud por voluntad propia de no descolgar el cuadro del dictador Franco. Ahora mismo, este caso está despertando los debates en vastos sectores sociales.