Continúan adelante las investigaciones sobre la trama de espionaje relacionada con el PP y el uso de recursos en pleno ejercicio de Rajoy. Ha sido positiva la resolución del Congreso y hasta ahora la Operación Kitchen es tema prioritario de parte de la comisión, que investiga los casos anticorrupción. Han sido dos solicitudes para la formación de esta comitiva de parte de varios partidos, que estarían a favor de que se aclare todo.
La Cámara baja acepta investigar sobre la trama de espionaje
La creación de esta comisión para investigar estas operaciones de espionaje y todo lo relacionado con Luis Bárcenas quien fuera el tesorero del PP obedece a la petición de EH Bildu, junto a Plural por una parte y por otra, Unidas Podemos y PSOE, solicitudes que han sido aceptadas por la Cámara Baja y que podrían ser suficientes para que se inicien las investigaciones correspondientes.
La trama de espionaje y el uso de financiamiento ilícito serán los asuntos pendientes que marcarán al PP, aunque ya Pablo Casado ha tomado sus distancias, sin embargo deberá dejar claro que está dispuesto a que se llegue hasta el fondo de la investigación, aunque en realidad los implicados sean de la etapa anterior, en los tiempos de Mariano Rajoy.
Casado ha dejado ver que no le importa que caiga el que deba caer, aunque en la política eso no es muy ventajoso, debido al costo que puede tener. A la hora de la verdad, el sálvese quien pueda siempre arrastra y deja consecuencias como las que ahora están viviendo en el partido PP.
Pablo Casado y Mariano Rajoy tendrían que comparecer
El PP está en el "ojo del huracán", debido a que este asunto del espionaje también abarca la desaparición de documentos y pruebas, que serían usados para develar toda la trama corrupta y que además implicaba a personajes claves.
El pasado oscuro del PP es una oportunidad para que partidos como el PSOE exijan que se aclare por qué se utilizó dinero reservado en cuestiones personales de ese partido, y lo que es peor, organizar una red de espionaje donde solo se buscaba hostigar de forma ilegal a funcionarios y esconder pruebas de corrupción.
Aunque ya está claro que Pablo Casado ha hecho público que una cosa es él y otra Mariano Rajoy, lo cierto es que los partidos exigen también que ambos digan lo que saben y por supuesto Jorge Fernández Díaz, quien era ministro del Interior en esa época.
Esta situación puede sacar dentro del mismo partido actitudes propias de supervivencia política, porque Casado no va a permitir que ese oscuro pasado lo derrumbe y mucho menos la actitud de los demás partidos políticos, que han solicitado que se llegue hasta la raíz del asunto, lo que dejaría expuestos a varios políticos de peso en España.