A partir de hoy, jueves 21 de mayo, es obligatorio el uso de mascarillas para mayores de 6 años en lugares públicos, donde no se pueda mantener la distancia de seguridad de 2 metros. Su incumplimiento puede ser sancionado con un mínimo de 600 euros.

La obligación para las mascarillas se considera una medida tardía y ya poco eficaz

La obligación de llevar mascarillas ha traído mucho revuelo y varias opiniones de jueces y abogados al respecto.

Estos consideran que la redacción de la medida es insuficiente y lleva a malas o subjetivas interpretaciones. Muchos afirman que es una medida tardía e innecesaria con el estado actual de la pandemia, ya que la situación está mejorando progresivamente y, al día de hoy, hay mucho más control sobre el virus y menos colapso sanitario. Por este motivo, no se considera una medida actualizada. Además, se cree que la obligación de llevar las mascarillas no va a cambiar la tendencia de los números hasta ahora.

Por este motivo, muchos jueces y abogados, ante la redacción escasa sobre esta medida, consideran que va a traer mucha inseguridad judicial, ya que la imposición de una sanción con argumentos sólidos puede ser casi imposible bajo este contexto.

Redacción deficiente de la medida

Natalia Velilla, magistrada de la Asociación de jueces Francisco de Vitoria, insiste en que el escrito sobre la obligación de llevar mascarillas es deficiente y poco claro, ya que deja en el aire una interpretación ambigua y confusa.

En una primera lectura, parece como si siempre hubiera que llevar las mascarillas puestas. Sin embargo, en el artículo 2.2 especifica que las personas con dificultades respiratorias, discapacitados o con problemas de conducta están exentas de llevarlas (algo que ya se sabía). Al seguir leyendo, empieza el lío, ya que da pie a un sinfín de interpretaciones sobre si usar o no mascarillas. Por ejemplo, nos indican sin especificar más que "no serán obligatorias cuando la actividad sea incompatible con su uso".

El resultado de dicha ambigüedad puede llegar a ser una gran inseguridad jurídica, ya que, según la ley, cuando una norma no es clara no se puede sancionar con base a ella.

Más abogados se han sumado a dicha opinión, como José María Pablo, que defiende que esta deficiente estructura de la orden dará pie, a su parecer, a malas decisiones respecto a las multas. "¿qué significa actividades incompatibles con el uso de mascarillas? Y "¿cómo sabemos cuando no se puede asegurar la distancia de 2 metros de seguridad?", añade.

Debido a esta polémica, al cabo de unas horas de aprobar la medida, el Ministerio de Sanidad tuvo que anunciar, ampliando y aclarando la información, que aquellos que salgan a hacer deporte no tienen esa obligación.

En este contexto, para los ciudadanos, el uso de las mascarillas se convierte en una odisea y muchos son los que han decidido llevarla sí o sí para evitar multas.