El próximo 10 de julio tendrá lugar una sesión de investidura en la Cámara de la Región de Murcia y, hoy en día, no hay ningún candidato en firme para liderar la Comunidad de Madrid. Díaz Ayuso espera lograr tener los apoyos suficientes, tanto de Ciudadanos como de Vox, pero sigue en medio de un conflicto entre ambos partidos en el que al Partido Popular le ha tocado el papel de mediador.

La situación está complicándose por momentos. Por ejemplo, este mismo viernes, el número dos del Partido Popular, Teodoro García Egea, llamó a Vox la “ultraderechita cobarde” y el número tres de los populares, Javier Maroto, llegó a llamar a los miembros de Vox “inmaduros”, por tumbar un presunto pacto junto a Ciudadanos (el partido de Albert Rivera ya ha negado que dicho pacto hubiera tenido lugar).

Inés Arrimadas, portavoz nacional de Ciudadanos, ha denunciado este mismo viernes que está teniendo lugar un sabotaje por parte de Vox a un acuerdo que sería bueno para la ciudadanía entre Ciudadanos y el Partido Popular. Para Cs, la reunión del pasado jueves entre Vox y el Partido Popular, justo antes de tener lugar la investidura, es algo inédito.

La reunión duró un total de cinco horas y hay varias versiones de lo que ocurrió

Ciudadanos asegura que lo único que hizo fue explicar a Vox el acuerdo al que habían llegado junto al Partido Popular. El PP, mientras tanto, considera que se estaban valorando dos opciones: un acuerdo entre el Partido Popular y Vox, y otro, entre Ciudadanos y el Partido Popular, estrategia muy parecida a la realizada en Andalucía.

Vox, mientras tanto, sigue apoyando la idea de que estaban negociando y que los tres partidos de ideología de derechas habían logrado un porcentaje de coincidencia en las propuestas de programa, de un 95%.

Juan Carlos Girauta, dirigente de Ciudadanos, ha dejado claro que su partido no va a negociar con Vox. Villegas (Ciudadanos) ha dicho que si estaban en la reunión era para tomar un café, declaración que ha enfadado, y mucho, a los miembros de Vox.

Arrimadas considera que el posicionamiento de Vox solo beneficia a Podemos y al Partido Socialista.

Varios medios de comunicación han revelado que un dirigente nacional del partido de ultraderecha recibió un documento, a través de una aplicación de mensajería instantánea. Un documento que estaba encabezado por tres membretes: el del Partido Popular, Vox y el de Ciudadanos de la Región de Murcia.

Dicho documento no estaba firmado, pero eso demostraría que la formación política de Santiago Abascal iba a dar luz verde a la posible investidura del popular López Miras. Si Ciudadanos aceptaba el documento, Vox hubiera apoyado la investidura de Miras. Por otro lado, la posible abstención de los cuatro diputados del partido de ultraderecha jamás se planteó.

Después de todo lo vivido, los tres partidos de ideología de derechas están viviendo un momento de desconfianza entre ellos que podría complicar, y mucho, los posibles pactos de gobierno.