A pocas semanas de las elecciones generales españolas, las aceras de cada calle se llenan de reclamos visuales para acercar la cara más bonita de los partidos políticos y recordar las distintas posibilidades frente a las urnas. Cada uno con la foto de su líder y un eslogan, busca generar la confianza suficiente en el ciudadano para ganar un voto más. Los mejores equipos de diseño de cada formación se ponen las pilas frente a una campaña muy reñida que buscará arañar hasta el más mínimo voto para marcar la diferencia.

Buscando el perfil bueno de cada partido

Cada político tiene un perfil bueno, detrás de cada campaña hay un equipo de márketing y diseño que intenta concentrar en una imagen el mensaje de su partido político. El punto de partida es el logo y el color de partido establecido por cada uno de ellos. En esta campaña es destacable el casi recién estrenado logo del PP, que da forma a su charrán (o gaviota) en un rojigualdo corazón. Pero la fuerza de los carteles políticos suele residir en el rostro fotografiado del presidente de cada partido y en esta campaña, eso importancia no varía con respecto a cualquier otra. Las diferencias en este sentido son pocas, rostros de frente o rostros en tres cuartos, en blanco y negro o en color, serios o sonrientes.

Claridad y concisión en el cartel y en el eslogan

Como en cualquier trabajo de diseño, la claridad y la concisión son elementos fundamentales para que prime la comunicación. En este caso, a un lado de la fotografía de cada representante político, aparece su nombre y un eslogan. Este eslogan aparentemente sencillo, de apenas unas palabras, está perfectamente pensado e ideado para transmitir unos conceptos o ideas políticas.

Cada palabra debe haber sido profundamente analizada, elegida para potenciar la imagen del partido.

Por ejemplo, el polémico "Haz que pase", insta a una cierta participación ciudadana por el uso del imperativo y a la vez muestra una visión progresista junto al rostro "duro" de su presidente. O el directo y contundente "Por España" de VOX, a la vez que sencillo, este eslogan es toda una declaración de intenciones con ciertas reminiscencias.

En cualquier caso, ninguno de los carteles se sobrecarga ni excede su función sino que se sirve de elementos que fortalezcan su mensaje y evita otros elementos que puedan ser malinterpretados. Por tanto, si a pocos días de las elecciones se sigue dudando de a quién se daráeel voto en estos días, darse un paseo por la calle y analizar estos carteles puede ser la mejor opción tanto para comprender el mensaje de cada uno de sus elementos por separados y unidos como para aclararse las ideas y tomar una decisión el próximo 28 de abril.