El Gobierno ha aceptado la propuesta de la Generalitat de Cataluña de nombrar una figura independiente y neutral para la mesa de partidos para el diálogo. Durante las jornadas siguientes se han sucedido las declaraciones a prensa de la Vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, aclarando cómo va a avanzar estas conversaciones entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña.
La reacción de la oposición no ha tardado en dejarse hacer notar, mientras que Unidos Podemos ha mostrado su apoyo al Ejecutivo en esta decisión, tanto el Partido Popular, como Ciudadanos, Vox, e incluso algunas baronías territoriales del PSOE han acusado a este de traición, en distinta medida, grado y tono.
El gobierno acepta nombrar un relator
La Vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha restado importancia a la figura y ha recalcado la importancia del avance de las conversaciones entre Ejecutivo y Generalitat. Ha insistido que la mesa de partidos y el relator no son parte de una negociación, ni que esta vaya a tener lugar, pues sería "equiparar gobiernos al mismo nivel, cuando eso no es así", según se ha pronunciado durante varias ruedas de prensa. Por otro lado, ha reconocido la necesidad de seguir mantieniendo conversaciones con los lideres catalanes.
La figura del relator consiste en un interlocutor de carácter diplomático cuya función sería convocar y coordinar encuentros en la mesa de diálogo para recoger y anotar el trabajo acordado.
Se trataría de un elemento notarial, de reconocido prestigio, neutral, no remunerado, cuyo fin es "tomar nota" en esas reuniones. Pero de momento no se ha concretado en qué va a consistir el trabajo de este ni quién va a ser la persona designada. Sí ha acotado esta figura para la mesa de partidos catalanes, donde no van a estar ni el Partido Popular, ni Ciudadanos, ni la CUP.
La oposición ha reaccionado convocando movilizaciones para este domingo
Sin embargo, los principales líderes de la oposición no han tardado en mostrar su rechazo a esta decisión y acusar al Gobierno de traición y de anteponer el interés general a los intereses de los nacionalistas. En unas declaraciones casi simultáneas, Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal han convocado movilizaciones para escenificar su rechazo contra esta decisión para el próximo domingo.
El líder del Partido Popular ha mostrado su disposición para coordinar la concentración y ha exigido la dimisión del Presidente del Gobierno. Albert Rivera, por su parte, ha exigido la convocatoria de elecciones generales.
Mientras que desde Podemos saludan la decisión del Gobierno de sentarse para dialogar, desde ciertos sectores significativos del Partido Socialista se han mostrado incómodos cuando no han mostrado su negativa ante esta decisión. Alfonso Guerra ha tildado de "traición a la Constitución" la conformación de la mesa y del relator. A esta crítica se han sumado los dirigentes regionales Javier Lambán y García-Page, quienes han solicitado que se convoque el Comité Interterritorial del Partido Socialista.
Finalmente, el Gobierno deberá atender las críticas internas, externas y la presión de los partidos nacionalistas en una semana clave, con los Presupuestos Generales en proceso de negociación y con las elecciones europeas, municipales y autonómicas cada vez más próximas.