Albert Rivera y Beatriz Tajuelo rompieron su relación, luego de cuatro años de unión. Según el portal The Luxonomist la pareja optó por seguir sus vidas por caminos separados. El romance habría finalizado en el mes de noviembre, sin embargo, ninguno de los protagonistas realizó declaraciones públicas al respecto.

Detalles del vínculo entre Albert Rivera y Beatriz Tajuelo

El joven político inició su amorío con la tripulante de cabina de AirNostrum dos años más tarde de romper con Mariona Saperas, su primera novia de la adolescencia y madre de su única hija, Daniela.

La última vez que Rivera y Tajuelo se mostraron juntos públicamente fue en los Premios Princesa de Asturias en Oviedo, el 19 de octubre. Las redes sociales son testigos de la última foto de la pareja, publicada el 3 de octubre, en el evento de los 150 aniversario de Joselito en el Teatro Real.

Cambios de vida

En los cuatro años de unión, el entorno de ambos cambió de manera radical, posicionándose bajo el eje de lo mediático.

Por un lado, Rivera cumplió sus objetivos personales, ya que se posicionó como líder de la formación naranja y logró convertirse en candidato a la presidencia del Gobierno.

Por su parte, Tajuelo transformó su vida. Pasó de trabajar como azafata a ocupar un puesto en la empresa Crazy4fun.

En este nuevo cargo, Beatriz se desempeña como asistente de dirección de uno de los socios de la productora y se relaciona con diversos artistas.

Declaraciones públicas

Albert Rivera y Beatriz Tajuelo no ocultaban su relación y en reiteradas ocasiones expresaron su amor de manera pública. Sin tapujos, ni vergüenzas exponían sus sentimientos y demostraban su felicidad.

En su momento, el político había expresado que intenta hacer lo imposible para encontrar pequeños ratos para estar con su amada y poder ir al cine.

Siguiendo la línea de las manifestaciones amorosas, en los premios Vanity Fair de noviembre de 2017, Tajuelo le dedicó sentidas palabras a su novio. En aquella oportunidad, Beatriz describió que su pareja siempre intenta ir a cenar o almorzar a su casa para estar junto a ella y generar tiempo para disfrutar de la relación, a pesar de su arduo trabajo.

Una manera de generar momentos para hallar la conexión.

Una historia de amor profunda que después de cuatro años intensos encontró su fin. Con discreción y sin declaraciones de los protagonistas, la ruptura abre numerosos interrogantes.