Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, ofreció un discurso ante 500 militantes y seguidores en Oviedo este domingo. En lo que significó su primer acto de partido como presidente de España, ha solicitado que su gestión sea tomada con “realismo” ante las limitaciones que su representación presenta en el parlamento. En el mitin, donde inició una campaña de valoración por sus primeros 100 días a cargo del ejecutivo, comunicó la existencia de gente que quiere que se haga todo en menos de dos años. También afirmó que en este proceso se instaurará “las bases de la gran transformación” que España necesita “hasta el 2030”.
Un gobierno con realismo y ambición
Citando en debate de moción de censura donde obtuvo la presidencia, la propuesta ofrecía gobernar con “diálogo” y “coherencia”. En el encuentro partidista realizado en Oviedo, ha querido introducir dos ejes más al eslogan: “realismo y ambición”. La locación elegida por los izquierdistas para que Sánchez realizara la alocución, fue el paseo Bombé del Campo San Francisco.
Aunque recordó algunos de los avances que su gobierno ha alcanzado en estos 100 días. Sánchez enfocó sus palabras en lo que está pendiente por realizar. A su vez, reconoció que no posee la mayoría necesaria. Para terminar con la reforma laboral “que nosotros queremos derogar” no la tiene, ha dicho Sánchez.
Pero en el Congreso de los diputados si hay una mayoría que puede eliminar las características más dañinas de esa norma para los trabajadores, como lo son la subcontratación y la precariedad.
Sin respaldo para las leyes migratorias
El presidente también se ha sincerado en que no lo respaldan una mayoría de presidentes para modificar la financiación autonómica.
Sin embargo, aseveró que mientras tanto no se quedarán de brazos cruzados hasta las elecciones del 2019, comprometiéndose así a trabajar para renovarla y mejorarla.
Referente a la migración Sánchez opina que, aunque no exista una agrupación mayoritaria en la UE que pueda hacer un enfoque general, España será vanguardista en esas políticas, ya que cuando un emigrante ingresa no está pisando solo territorio de España, sino territorio europeo, por lo que es Europa quien debe generar una respuesta ante la situación.
Como prioridad de su gestión, el presidente ha enmarcado que desea impulsar presupuestos de Estado donde los pensionistas podrán mantener su poder adquisitivo. Calificó los primeros 100 días de su gestión como los del “cambio”, y ha propuesto volver al país al país una referencia para la “justicia social”, siendo aquí donde las reivindicaciones e ideologías convergen.