El domingo 27 de mayo a las 8 de la mañana comenzó una manifestación en cierta playa de Barcelona, en la que se colocó cruces amarillas en la playa a favor del movimiento separatista de Cataluña para obtener la independencia estatal. Grupos de ciudadanos repartieron cruces amarillas por las calles en grupos de aproximadamente 20 personas. Los protestantes manifestaron que no se detendrían en la plantada de cruces, debido a que no cometían ningún acto ilícito. Sin embargo, de igual modo autoridades trataron de detener la plantada de cruces del domingo.

Por otro lado, se inició otra manifestación la cual tuvo lugar en la plaza Urquinaona y finalizó en la plaza Laia L'arquera frente al Generalitat, donde los manifestantes se movilizaron con banderas españolas de diferentes tamaños, junto con carteles y cantos que manifestaban su postura contra el movimiento separatista que realizaba el mismo Quim Torras. Se mantuvieron en dicha plaza durante horas manifestando cantos que objetaban que "Quim Torras sería el primero de la lista", debido al supremacismo cometido, decían que todos a favor del separatismo deberían ir a prisión y que para gobernar sobre los catalanes pues que gobernara sobre el 47 porciento a favor de los mismos.

Al pedir la igualdad piden el orden

Los catalanes manifestaron su disgusto sobre la discriminación causada en las elecciones pasadas. Y en sus cantos se oía como pedían la igualdad para todos. No todos se sienten a favor del movimiento separatista que tiene años agobiando a los catalanes, donde expresaron que España no se debe separar y tomar la decisión sin tomar en cuenta todos los factores a tratar.

Después de salir de la plaza Urquinaona se dirigieron a la Vía Laietana y posteriormente finalizó en la plaza Sant Jaume frente al palacio del Generalitat donde esperaron el retiro de la bandera separatista del balcón del mismo.

Después de un rato los mismos retiraron dicha bandera del balcón, dando por terminada la protesta de los mismos.

Sin embargo, dicha victoria no duró mucho debido a que posteriormente cuando la protesta terminó y el tumulto se dispersó, los oficiales colocaron de regreso la bandera en el balcón, dando como un hecho que la decisión se mantiene de pie.

Se trasladaron a la playa para finalizar la protesta

El millar de protestantes se trasladó a la playa donde se repartieron 300 toallas de la bandera de España y se plantaron en la arena dando a reconocer que la tierra era española y que debían defenderla.

Los mismos declararon que defenderán su tierra y pidieron el arresto del ciudadano Puigdemont quien escapó a Alemania.