El caso de ya la ex Presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes (Crisis en el PP) , es solo uno más de muchos otros que seguramente no salen a la luz pública. Lo que solemos ver en los medios de comunicación es apenas un ápice de lo que ocurre internamente en cada partido político (Vídeo de Cifuentes Eroski) y en las instituciones públicas. Problemas como éste son transversales, afectan tanto a la derecha como a la izquierda, no son sinónimos de una tendencia o ideología política, como muchas veces se intenta instalar.

Episodios a nivel mundial

Y este tipo de casos ya son episodios a nivel mundial, no hay sitio en el planeta donde no salgan como situaciones o de corrupción, tráfico de influencias, mentiras, malversación de fondos públicos, las famosas "puertas giratorias", etc. Un abanico de prácticas repudiables bajo cualquier punto de vista, las cuales por cierto pueden ocurrir en cualquier ámbito de la vida cotidiana y en las más diversas áreas. No se trata solo de la política "profesional" y de la institucionalidad, estos ejercicios del poder que son inaceptables se consideran de tal modo porque las personas que los ejecutan ocupan cargos públicos de representación popular, sustentados por el dinero de todas las personas que forman parte de una sociedad.

Así entonces, da para pensar temas que solemos escuchar en las tertulias y programas de debate político como lo son la ética y la moral al momento de actuar tan sediciosamente cuando se trata de permanecer en el poder por intereses del partido, electorales, de hegemonía sobre otros partidos, por los escaños, etc. Un sinfín de razones donde se es capaz de hacer mucho para conseguir el objetivo.

Ética y moral

Hablábamos de la división entre la ética y moral, que lamentablemente no siempre van juntas, aunque debiesen, particularmente en política, si involucra los intereses particulares de alguien o una organización versus las necesidades vitales de los representados. La ética es un concepto filosófico-político muy complejo de definir, ya los griegos intentaron definirla en por allá en el siglo V antes de cristo.

La ética podríamos caracterizarla muy superficialmente como una reflexión personal e individual sobre el actuar que tenemos acerca de las normativas y reglas sociales que sustentan nuestra convivencia social. Mientras que la moral es justamente dicho marco normativo que ha sido establecido en el imaginario colectivo ya se por tradición o leyes impuestas.

En el escenario político, esa línea divisora entre ética y moral de hacer lo "moralmente correcto", pero éticamente hablando, es decir, la reflexión personal del asunto queda relegada a un segundo plano total, puesto que hay algunas personas actúan impulsados por otros asuntos donde prima, en verdad, la permanencia en sus puestos de poder. Donde la afición de mentir descaradamente o de hacer lo imposible para ir hasta las últimas consecuencias sin tener autocrítica alguna, sobre pasan todos los límites de nuestras bases sociales.