El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias ha condenado el asesinato de un señor de 53 años por portar tirantes con los colores de la bandera de España. Este se encontraba el pasado 8 de diciembre de 2017 en un bar y el agresor no dudó en darle la muerte. El señor estaba tan tranquilo en el bar cuando apareció Victor Laínez (parece ser que junto con su madre tienen que ver con la Cup) Este individuo no dudó en agredirle y tres días más tarde el señor murió a causa de las lesiones producidas. Lo curioso de todo es que Víctor tenía antecedentes.

Hace algún tiempo agredió a un policía local hasta dejarlo en muy malas condiciones.

Tereza Rodríguez también ha condenado este asesinato. Comentó que lo que es un asunto democrático se ha convertido en algo violento. Condena que no se pueda tener libertad de expresión. Por llevar una simbología del país no se puede agredir ni matar a nadie. Es algo obvio. El ayuntamiento de Zaragoza junto con los demás grupos políticos han condenado el asesinato y han expuesto que no iban a dejar que la ciudad se convirtiera en una campo de batalla en donde todo vale.

Albert Rivera también condena el asesinato

Albert Rivera es otro de los políticos que han condenado el asesinato de este señor de 53 años. Desde que se conoció la noticia Víctor fue detenido y puesto en manos de la justicia.

Pablo Iglesias confía en la justicia y espera que caiga el peso de la ley sobre esa persona. Parece ser que se ha acentuado las modas radicales entre la política de este país y contra eso hay que luchar siempre. Los políticos no cesarán en su empeño.

Nadie lo podía creer. El hombre que se encontraba en el bar murió por muerte cerebral el pasado 12 de diciembre de 2017 Las personas que estaban en la zona no se podía creer lo que había pasado.

El único motivo por el que daba muerte a este hombre era por portar unos tirantes con los colores de la bandera de España. No había otro motivo por más que miraban y lograban entender. Parece ser que también llevaba una cinturón. Vecinos del señor dijeron que el uso de los tirantes era normal en él, pero que no siempre usaba unos tan destacados.

Como testigo solo estaba el dueño del local y un pequeño grupo de clientes. Víctor Laínez había pasado ya cinco años por dejar tetrapléjico a un policía local. Lo dejó en una silla de ruedas y solo cumplió cinco años de cárcel. Algo parece que falla en este país. Parece ser que a este señor solo le gustaban los motivos militares.