Gran revuelo ha causado la decisión de Antonio Banderas, al echarse atrás en lo que suponía el proyecto cultural más importante para su natal Málaga; el Astoria-Victoria, un recinto destinado a las artes que hoy, no será posible debido a la presión de las facciones de izquierda.

Cabe recordar que el mencionado complejo resultó como la propuesta ganadora dentro del concurso de ideas, que se celebrara hace no mucho en el mencionado distrito. Por medio del mismo se le daría difusión a disciplinas como el jazz, el flamenco, la danza, la música y el debate, además de por supuesto, brindarle prioridad a las producciones teatrales y televisivas, por medio de un par de espacios para puestas en escena y producciones con miras internacionales.

La gastronomía y el ocio por su parte, habrían tenido cabida también dentro de la construcción, para deleite de toda la comunidad.

En una sentida carta que fue ampliamente difundida, primero por el diario SUR y después por otros medios de comunicación, el actor expresó su disgusto y decepción ante lo que calificó como un "trato humillante".

Sus principales rivales en esta lamentable situación, fueron más que nada los concejales que representaban a Ahora Málaga y IU-Málaga, quienes aseguró jamás se habían puesto en contacto con él para informarse sobre el proyecto, y con pleno desconocimiento del tema, emitieron las peores opiniones.

Luego de los insultos recibidos y la campaña de acoso impulsada por estas facciones, Banderas comunicó su renuncia este mismo 15 de mayo de 2017.

Los receptores de la noticia fueron José Seguí, quien hubiera sido el arquitecto del Astoria y los dirigentes de la compañía Starlite.

"El tema público da miedo", fue una de las frases concluyentes que Banderas escribió en su carta, justificando la inversión privada en un proyecto tan ambicioso; donde los iniciales ingresos provendrían de su propio bolsillo con una financiación de 250.000 euros al año, y posiblemente, los que se habrían derivado con el apoyo de sus relaciones en Hollywood.

Hoy son los usuarios en las redes sociales los que más lamentan esta decisión, y no han dudado en apuntar a Podemos e IU como los principales responsables, al colocar barreras que frenen toda inversión en territorio español. Y es que fueron las plataformas sociales precisamente, quienes prefirieron esta propuesta entre las presentadas por otros 72 concursantes.