En medio de la polémica de las noticias falsas, ha sido publicado y declasificado un informe de los servicios secretos de EE.UU. y no sería una exageración decir que ha sido un choque para todo el mundo occidental. CIA, FBI y NSA confirman el intento de parte de Rusia de manipular la campaña electoral a favor de Trump, que dentro de unos pocos días ocupará el sillón en el Oval Office, y en contra de Hillary Clinton. Tal como había expresado la administración de Obama, la orden podía haber sido dada sólo desde arriba y el informe confirma también que ha sido el propio Putin quien está detrás de esta operación.

Según el informe, que está publicado por "New York Times", el objetivo era "socavar la confianza pública en el proceso democrático estadounidense, denigrar a la anterior Secretaria de Estado Hillary Clinton y perjudicar su eligibilidad y la potencial presidencia."

Otro punto en el informe es el apoyo que Rusia quiso brindar a Trump, algo que impulsó Obama a tomar medidas radicales y expulsar a 35 diplomáticos rusos de EE.UU. y algo que Trump ha estado negando hasta ahora. De hecho, Trump fue uno de los primeros en negar la interferencia rusa en las elecciones y ridiculizar las medidas de Obama, tomando el lado de Putin. "Cuando a Moscú le pareció que Clinton probablemente ganaría las elecciones, la campaña rusa empezó a centrarse más en minar su futura presidencia", dice así el informe.

Más chocante, si cabe, es la intención de Putin de afectar toda la democracia occidental: "A través de la interferencia en las elecciones, Kreml quería fomentar su objetivo a largo plazo, socavar el sistema democrático estadounidense en cuya propagación Putin y otros líderes rusos ven una amenaza para Rusia y el régimen de Putin".

Un motivo central en el apoyo a Trump es obviamente el hecho de que el nuevo presidente ha expresado su intención de profundizar la colaboración entre Rusia y América. Operaciones secretas, publicaciones de datos e información, trols, actividades de medias patrocinadas por el estado entre otros, forman parte de la estrategia de Rusia.

Una estrategia que, como se sabe ahora, empezó hace mucho tiempo.

Los servicios secretos opinan que Putin aprovechará los resultados de esta operación para influir, o mejor dicho manipular, las campañas electorales en los países aliados de América y en todo el mundo. En vista de las próximas elecciones en Francia y Alemania, la "mano rusa" podría cambiar el rostro y el destino de la Unión Europea definitivamente.