Ana Lupe Busto vive desde hace más de 10 años en Houston, Texas. Hace unos meses, pocos días antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, era de los pocos inmigrantes que hacía valer su voto al candidato Republicano. Por aquel entonces, su idea de un Trump ocupando la Casa Blanca, parecía ilógica, sobre todo por su origen latino. Ana es de cubana, ha trabajado duro en el país del norte para sacar a su familia de la isla. Del nuevo presidente le gusta la postura que tendrá para con Raúl Castro. Lo decía en octubre y hoy, festeja que su voto, impensado tal vez, haya colaborado para que el magnate de los negocios sea presidente.

“Animados tanto los que los siguen como las protestas de los que se le oponen, pero fue elegido democráticamente por el pueblo”, comenta Ana sobre el ánimo general. También cuenta que se esperan varias protestas, que lo ha escuchado y leído en la prensa local. Por eso aclara lo de que ha sido elegido democráticamente.

Lo único que espera de Donald Trump es “su actuación contra Castro en Cuba”, insisto en qué algo más habrá, que ella vive, estudia y trabaja en Texas y qué algo de la política local le preocupará, más allá de Cuba. “Soy cubana, opositora y es mi país el que sufre”, afirma rotunda. No cree que nada cambia en su vida estadounidense, es ciudadana norteamericana y lleva tantos años allí, que puede prescindir de ocuparse la economía y la política del lugar para pensar en la Ana que quedó en la isla.

“La economía la llevará bien, es un ganador”, responde como si de un slogan se tratara.

Luego demuestra un poco de cautela “hay que ver su desenvolvimiento. Viene con ideas nuevas contra las ya establecidas. Me entusiasma su deseo de controlar y mejorar más el país. Sus ideas para la clase media, para los desempleados, para el pueblo americano en general.

Y lo que más me gusta es su acción directa, a veces poco diplomático pero sincero sin engaños ni demagogias, sin un discurso mentiroso. Creo que por eso fue elegido.”

Ella siempre ha podido estar de manera legal en Estados Unidos y de la misma forma, por Reunificación Familiar ha podido sacar de su país natal a gran parte de su familia.

“No creo que con los inmigrantes sea injusto. No dirige sólo y tiene ideas en relación con la inmigración que son justas. La frontera hay que protegerla y el país también de delincuentes y criminales...Y de terroristas.”

Cuando Ana dejó Cuba, tenía más de 40 años y un hijo, al que dejó allí hasta que 9 meses después “lo saqué, justo antes de que lo apresaran”. Con su trabajo de maestra pagó los pasajes, los trámites y los documentos la familia que estaba expatriando. “Este país es extraordinario. No es perfecto, pero hay opciones, vives en libertad”, dice mientras especula con la deuda que deja Obama. “Se ha ido por encima del presupuesto para el país. No sabe dirigir ni negociar. Mucha labia y discurso bonito.

No principios democráticos. Con Cuba sólo le interesa su legado y no que la gente sufra.”

Cuenta que son muchos compatriotas los que piensan como ella, “muchos” remarca, ante mi insistencia y mi falta de comprensión. Sí, el candidato anti inmigrante, tiene el apoyo de muchos de ellos.