El juez Pablo Ruz que lleva el caso Bárcenas responsabiliza al PP por laspresuntas donaciones ilegales que percibieron en el año 2008 y que no estádeclaradas en la contabilidad del partido, así pues ha dado un plazo de cinco díasa Hacienda para que decida la tributación que le correspondería al PP debido alos datos que vienen en los papeles de Bárcenas por el Impuesto de Sociedades2008, esos datos reflejan que hay una cantidad de 1.050.000 euros por lo que elPP habría cometido un delito fiscal.
El informe que maneja el magistrado PabloRuz sostiene que el PP estaba obligado a tributar porque utilizó ese dineropara actividades relacionadas con el partido como por ejemplo gastoselectorales o la reforma de la sede del PP en Genova lo que va en contra de la decisiónde la Agencia Tributaria encabezada actualmente por Montoro que interpretó queno tenía porque pagarse impuesto alguno.
Pablo Ruz era hasta hace poquito el magistrado ideal porque contaba concapacidades y virtudes que le venían de perlas al Partido Popular, una persona discretay que tiene al equilibrio y la integridad como principales valedores, ideológicamenteindependiente y con cara de ser una buenísima persona, tan dulce que de mirarte empacha, pero todo al parecer era apariencia y pose, ya es “persona nongrata” para el PP, no es que no posea todas esas capacidades y cualidades, lastiene pero como ya no le baila el agua al PP pues ha dejado de tenerlas y hoyse ha convertido en la bestia negra del PP.
El magistrado Pablo Ruz se ha postulado candidato a ser enemigo público númerouno del Partido Popular de Mariano Rajoy y es una tarea sumamente complicadaporque compite con numerosas personalidades que son ya enemigos acérrimos delpartido de la gaviota como Pablo Iglesias y su partido Podemos, el ascensovigoroso de Ciudadanos en el último mes, el tipo duro Pedro Sánchez “el malote”por su intervención Debate del Estado de la Nación que le otorgará laposibilidad de rascar algunos votos a pesar del descalabro político de supartido y por encima de personalidades el pueblo que asocia al Partido Popularcomo el enemigo al que hay que echar, al monstruo al que no hay que mirar.